Muere asesinado un Colombiano que estuvo refugiado en Asturias
El sindicalista colombiano Luciano Romero, que estuvo seis
meses en Asturias acogido por el Programa de Atención a las Víctimas de
Violaciones de Derechos Humanos, fue asesinado el domingo en Valledupar
--departamento del César-- presuntamente por los grupos paramilitares que
controlan la ciudad y de los que había recibido constantes amenazas. Romero, que
tenía 47 años y trabajaba de taxista, desapareció el sábado y su cadáver fue
hallado en un vertedero al día siguiente con señales de tortura y 40 apuñaladas.
La lucha que llevó a cabo en favor de los derechos de los
trabajadores fue el motivo de su despedido en 2002 de la empresa en la que
trabajaba, dependiente a la multinacional Nestlé. Fue responsable del
Departamento de Derechos Humanos de CIT-Colombia y afiliado al Sindicato
Nacional de la Industria Alimentaria. Tras recibir amenazas de muerte, en
octubre de 2004 se refugió en Asturias y el pasado 12 de abril volvió a su país
para estar junto a su pareja y sus cuatro hijas.
Este crimen ha causado conmoción entre algunos políticos del
Principado que lo conocieron y que destacaron de él su "bondad, sensibilidad y
su compromiso con los miles de presos políticos de Colombia". Rafael Palacios,
director de la Agencia Asturiana de Cooperación y Javier Arjona, representante
de Soldepaz-Pachakuti, manifestaron ayer su indignación y responsabilizaron al
gobierno de Alvaro Uribe "por su política de legalización de los paramilitares
impulsada por la Ley Justicia y Paz".
Palacios criticó "la campaña de deslegitimación de los
movimientos sociales colombianos" y apuntó que este crimen "refuerza la
necesidad de seguir desarrollando el programa de acogida de defensores de los
Derechos Humanos y sindicalistas", que se puso en marcha en 2001 y en el que han
participado 24 personas. Javier Orozco, sindicalista refugiado en Asturias,
lamentó el suceso e invitó a los ciudadanos a la concentración de repulsa que
tendrá lugar a las 8 de esta tarde en la plaza del Ayuntamiento de Gijón para
exigir que este crimen no quede impune.
La Voz de Asturias
LUCIA GARCIA
meses en Asturias acogido por el Programa de Atención a las Víctimas de
Violaciones de Derechos Humanos, fue asesinado el domingo en Valledupar
--departamento del César-- presuntamente por los grupos paramilitares que
controlan la ciudad y de los que había recibido constantes amenazas. Romero, que
tenía 47 años y trabajaba de taxista, desapareció el sábado y su cadáver fue
hallado en un vertedero al día siguiente con señales de tortura y 40 apuñaladas.
La lucha que llevó a cabo en favor de los derechos de los
trabajadores fue el motivo de su despedido en 2002 de la empresa en la que
trabajaba, dependiente a la multinacional Nestlé. Fue responsable del
Departamento de Derechos Humanos de CIT-Colombia y afiliado al Sindicato
Nacional de la Industria Alimentaria. Tras recibir amenazas de muerte, en
octubre de 2004 se refugió en Asturias y el pasado 12 de abril volvió a su país
para estar junto a su pareja y sus cuatro hijas.
Este crimen ha causado conmoción entre algunos políticos del
Principado que lo conocieron y que destacaron de él su "bondad, sensibilidad y
su compromiso con los miles de presos políticos de Colombia". Rafael Palacios,
director de la Agencia Asturiana de Cooperación y Javier Arjona, representante
de Soldepaz-Pachakuti, manifestaron ayer su indignación y responsabilizaron al
gobierno de Alvaro Uribe "por su política de legalización de los paramilitares
impulsada por la Ley Justicia y Paz".
Palacios criticó "la campaña de deslegitimación de los
movimientos sociales colombianos" y apuntó que este crimen "refuerza la
necesidad de seguir desarrollando el programa de acogida de defensores de los
Derechos Humanos y sindicalistas", que se puso en marcha en 2001 y en el que han
participado 24 personas. Javier Orozco, sindicalista refugiado en Asturias,
lamentó el suceso e invitó a los ciudadanos a la concentración de repulsa que
tendrá lugar a las 8 de esta tarde en la plaza del Ayuntamiento de Gijón para
exigir que este crimen no quede impune.
La Voz de Asturias
LUCIA GARCIA
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