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Un muerto y muchas dudas en Melilla

La muerte de un inmigrante camerunés a las puertas de Melilla, tras el
asalto perpetrado la noche del 28 de agosto a la valla fronteriza de la ciudad
por 300 subsaharianos y la consiguiente carga de la Guardia Civil, plantea
contradicciones e interrogantes que no han despejado las conclusiones del
informe interno realizado por el instituto armado. Éstas son algunas de ellas:

- Identidad del fallecido. Los subsaharianos que a las 19.10 del lunes 29
-22 horas después del asalto- trasladaron el cadáver hasta un puesto de la
Mehanía (Fuerzas Auxiliares Marroquíes) situado junto a la valla de Melilla
dijeron que se llamaba Ivo (o Ipo) Joe. Sus compañeros que lograron entrar en la
ciudad y se hallan en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes afirman que
su nombre era Joseph Abunaw y que le llamaban Joe Yopo. Ambos grupos coinciden
en que era de Camerún y tenía 17 años. Pero su identidad no ha sido confirmada
oficialmente.

- Causa de la muerte. En un primer momento, los compañeros del fallecido
dijeron que éste había caído muerto al ser apaleado en el interior de Melilla;
es decir, cuando ya había cruzado la doble valla fronteriza, y que la Guardia
Civil arrojó el cadáver al lado marroquí. Pero el único testigo en poder de la
Gendarmería Real de Marruecos afirma que lo mataron de tres balazos de goma
disparados a bocajarro entre las dos vallas y que sus compañeros lo llevaron al
bosque en volandas. Además, un testigo citado por la ONG Médicos Sin Fronteras
(MSF) dijo que le dispararon con balas de goma y le golpearon con la culata de
un fusil y que falleció en el bosque de madrugada. Y varios testigos filmados en
vídeo por la ONG Prodein declaran que le dieron tres culatazos en el estómago. A
pesar de que Prodein afirma que fueron filmados el mismo lunes, la ONG no hizo
públicos estos testimonios hasta cuatro días después, 24 horas más tarde de que
los medios de comunicación difundieran que la autopsia realizada en Marruecos
atribuía la muerte a una "explosión del hígado".

- Autopsia. Las autoridades de Marruecos no han proporcionado a sus
homólogas españolas los resultados de la autopsia realizada al cadáver, a pesar
de que éstas se la han pedido reiteradamente. Sólo han contado que el cadáver no
tiene hematomas producidos por balas de goma, como afirmó MSF. Que tampoco tiene
cortes, algo muy improbable si realmente saltó la concertina erizada de
cuchillas de la frontera. Y que la muerte se produjo por explosión del hígado, a
pesar de que el único hematoma que presenta está en el lado contrario a éste, en
la zona subcostal izquierda.

- Los testigos. El doctor de MSF Giorgio Calarco, que se hallaba en Nador,
declaró que los inmigrantes le avisaron entre las 15.00 y las 15.30 del lunes
(dos horas más en España) de que había un muerto, se dirigió al lugar que le
indicaron y no encontró el cadáver. El portavoz de la ONG Prodein, José Palazón,
que se hallaba en Melilla, declaró que recibió el mismo aviso a las 16.00, y que
encontró el cuerpo, lo fotografió y aconsejó a los subsaharianos que lo llevaran
al puesto de la Mehanía. Extraña que el doctor Calarco llegara al lugar cuando
ya había sido levantado el cuerpo, dado que se hallaba más cerca del lugar que
Palazón, quien tuvo que cruzar la frontera y filmar a los subsaharianos antes de
que fuera levantado el cadáver.

- Informe de la Guardia Civil. El informe interno del instituto armado no
revela si los agentes que se enfrentaron al asalto dispararon pelotas de goma o
utilizaron las culatas de sus fusiles para dominar a los inmigrantes. Los vídeos
de las cámaras de seguridad que ha proporcionado la Guardia Civil recogen el
comienzo del asalto, pero no su posterior represión.

- El segundo cadáver. MSF, Prodein y varios subsaharianos aseguran que
hubo otro camerunés muerto, cuyo cuerpo habría quedado junto a la valla
fronteriza y ha desaparecido. La Guardia Civil y la Gendarmería Real niegan
haberlo visto.

AI y CEAR piden una investigación

Las ONG Amnistía Internacional (AI) y Comisión Española de Ayuda al
Refugiado (CEAR) emitieron ayer un comunicado conjunto en el que afirman que en
el informe hecho público el lunes por la Guardia Civil "no se aclaran los hechos
acontecidos entre la noche del 28 y la madrugada del 29 [en la valla fronteriza
de Melilla]. Por ello, ambas organizaciones siguen pidiendo una investigación
exhaustiva de dichas expulsiones ilegales con resultado de dos muertos y varios
heridos".

Amnistía Internacional y CEAR se basan en el informe de otra ONG, Médicos
Sin Fronteras (MSF), el cual recoge la versión de un inmigrante que afirma que
dos cameruneses fueron muertos a golpes por la Guardia Civil. AI y CEAR
consideran "imprescindible dar una respuesta rápida a estos hechos. Y por lo
tanto, que se continúen las investigaciones hasta sus ultimas consecuencias, se
hagan públicos los resultados y, en su caso, se sancione a los responsables y se
garantice que se pone fin a estas prácticas, ya que vulneran de manera flagrante
la legislación internacional de derechos humanos".

Ambas organizaciones piden que el Estado español solicite a las
autoridades marroquíes toda la colaboración necesaria para aclarar los hechos.

ELPAIS.es
TOMÁS BÁRBULO - Madrid

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