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Vi a Isanta con la cara ensangrentada

El crimen la obligó a abandonar de golpe el día de fiesta junto a su
familia. Una subinspectora del Cuerpo Nacional de Policía fuera de servicio fue
testigo privilegiado del crimen de Berga. La agente relató ante los
investigadores cómo se encontró de frente con la víctima, Josep Maria Isanta,
"que corría a gran velocidad con la cara ensangrentada y muy asustado" y cómo el
joven fue acorralado por uno de los acusados que le atacó "con toda la
brutalidad que le era posible".

El protagonismo de esta mujer policía no se queda ahí. La
funcionaria, que al observar la situación se dirigió hacia el foco de la reyerta
con intención de ponerle fin, recuerda que fueron varias las personas que se
sumaron al ataque contra Isanta.De entre los agresores, la mujer fijó su
atención en un chico de aspecto sudamericano que "portaba en su mano izquierda
una navaja" con la que trataba de herir al joven abatido. Esta testigo
cualificada habla de una mujer que agarraba de los brazos al agresor para evitar
que éste pinchara al chico apaleado, al tiempo que le suplicaba a gritos que
cesara en su actitud.

Los hechos se sucedían de forma vertiginosa. Un segundo individuo
apareció en escena también portando "una navaja de grandes dimensiones en su
mano derecha". La repentina aparición de una furgoneta de los Mossos d´Esquadra
con las luces y las sirenas en marcha hizo que el tumulto se disolviera. Según
el relato de la subinspectora, el citado vehículo policial "continuó la marcha
por una de las calles adyacentes sin que pudiera localizar la reyerta". En ese
momento, la mujer que había sujetado los brazos a uno de los agresores, se
desplomó. La agente temió que hubiera sido apuñalada y la examinó
superficialmente. Descartada la herida de arma blanca, la subinspectora se
concentró en no perder de vista ni un momento al hombre que había interceptado a
Isanta mientras éste huía y sobre quien había desatado una lluvia de golpes. No
perdió de vista su cara.

Mientras mantenía el seguimiento del sospechoso, pasó junto a ella
una patrulla de los Mossos, a quienes puso inmediatamente al corriente de la
situación. Los policías cayeron sobre el agresor.

El testimonio de esta subinspectora ha resultado de gran ayuda,
según fuentes judiciales. Esta agente ha participado en varias ruedas de
reconocimiento, ordenadas por el juzgado, lo que ha posibilitado la
identificación de varios de los implicados en el ataque a Isanta. La funcionaria
hizo a los investigadores dos observaciones: que sería capaz de reconocer a la
mujer que agarró de los brazos a uno de los atacantes y que, según su criterio,
los músicos del concierto de rock que se estaba celebrando esa noche en Berga
"podrían aportar información sobre los hechos, ya que disponían de una posición
privilegiada al estar elevados sobre una tarima".

LA VANGUARDIA DIGITAL
ENRIQUE FIGUEREDO - 02/06/2005
Barcelona

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