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Una empresa quiso tapar un accidente laboral de un inmigrante sin papeles

Un palé no es un bólido. Dos empresarios de Granada, padre e hijo,
han simulado haber encontrado herido en una carretera al boliviano Agustín Q.Z,
que supuestamente había sufrido un atropello, para eludir su responsabilidad
como empleadores del inmigrante, que no habían regularizado. En realidad, el
herido había sufrido un accidente laboral en la empresa Mármoles Casanova, de
Loja, propiedad de J.C.V y J.M.C.G., que el martes fueron detenidos por la
Guardia Civil. Finalmente, confesaron que al trabajador, no declarado, le cayó
encima un palé con placas de mármol.Al menos lo trasladaron a un centro de salud
y de allí al hospital clínico de Granada.

Los sindicatos y la inspección de trabajo han anunciado denuncias.
Un dirigente de CC.OO. dijo ayer que algunos tratan a los inmigrantes peor que a
los perros. Los responsables de Trabajo de la Junta de Andalucía creen que es
necesario cortar por lo sano porque llueve sobre mojado. De ahí que se vayan a
personar como acusación en el sumario que ha abierto un juzgado de Loja. El caso
de Agustín es uno más de los numerosos accidentes laborales que se dan en la
provincia de Granada y en los que luego los empresarios niegan cualquier
relación con esos trabajadores. Hace unas semanas murió en una obra un joven
argentino y el empresario aseguró que no conocía de nada al trabajador y que se
había colado sin permiso en el edificio.

En este caso, los empresarios de Loja detenidos el martes dijeron a
la Guardia Civil que el miedo les empujó a inventar la falsa historia del
atropello. El inmigrante carecía de contrato de trabajo en la empresa. Antes de
llevarlo al hospital le prometieron, a cambio de su silencio, una sustanciosa
indemnización para cuando se recuperase de las heridas y como carece de
documentación en regla, lo amenazaron con la deportación. Con lo que no contaban
es con que el herido dijera la verdad cuando los agentes de la Guardia Civil se
presentaron en el hospital para averiguar las circunstancias del atropello.

En realidad, los investigadores buscaban al autor de un delito de
tráfico y tropezaron con dos empleadores sin escrúpulos.

LA VANGUARDIA DIGITAL
JOSÉ BEJARANO - 19/05/2005
SEVILLA

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