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Un joven denuncia por tortura al teniente y dos agentes de Roquetas

Los juzgados de Roquetas registraron este viernes una denuncia contra el teniente del cuartel y otros dos de los agentes imputados en la muerte de Juan Martínez Galdeano por un delito de tortura y detención ilegal contra un joven de 25 años por unos hechos ocurridos en junio de 2004. La denuncia, interpuesta por el abogado Francisco Ferre en nombre del denunciante, C.S.L., sostiene que el teniente al mando detuvo "ilegalmente" a su cliente cuando se encontraba en los servicios de un pub de
Roquetas y, tras llevarlo a las dependencias de la Guardia Civil, le puso "una
pistola en la cabeza".

La denuncia relata que el 19 de junio de 2004 agentes del
puesto de Roquetas, entre ellos los denunciados, en un servicio contra la venta
de drogas, accedieron a los lavabos de un pub donde estaba el joven, y uno de
los guardias, "de paisano y sin identificarse", le requirió que le explicara por
qué estaba allí. El joven se negó a contestar "para evitar problemas", por lo
que lo identificaron y le conminaron a que sacara lo que llevaba en sus
bolsillos, un trozo de hachís de aproximadamente un gramo -"para tres porros"-
por ser "consumidor habitual" de esa sustancia y 90 euros cobrados por su
trabajo de camarero en otro bar de Roquetas.

En la denuncia, el abogado precisa que, pese a que lo habitual
hubiera sido identificar al joven "al objeto sólo y exclusivo de sancionar
administrativamente", los agentes alargaron la retención del denunciante, para
quien "empezó el calvario" puesto que la "ilegal retención" se convirtió en
"detención ilegal". El joven accedió a salir a la puerta del pub, en cuyos
servicios los agentes retuvieron a otra persona que se encontraba allí, y "se
asustó por lo anormal de la situación", por lo que instó a sus conocidos que se
hallaban a la entrada de la discoteca a que avisaran a sus padres o hermano,
momento en el que un agente "agarró por los testículos" al denunciante, que fue
traslado al cuartel.
Preguntas ajenas a su retención

En las dependencias de la Guardia Civil, fue sometido a un
interrogatorio "a todas luces ilegal, puesto que ni se hallaba detenido ni se le
habían leído sus derechos", y que se basó en preguntas sobre "un conocido de
Roquetas" y la vinculación sentimental del joven con la hija de éste, algo que
"nada tenía que ver con lo ocurrido en el servicio del pub" y que C.S.L.
desconocía, según consta en la denuncia.

Durante el interrogatorio, relata la denuncia, el teniente
sacó una pistola y se la puso en la cabeza al joven, que sufrió "un frío
terrible", mientras los demás agentes presentes "se mofaban" de él. Al
desconocer el joven lo que le preguntaban, los agentes lo trasladaron de nuevo
al pub, donde fue retenido para registrar su coche, traslado durante el cual
recibió "pescozones" por parte de los guardias civiles que lo custodiaban.

Al llegar al vehículo, el joven vio a dos amigos, a los que
llamó para que presenciasen el registro, si bien huyeron cuando un agente "se
puso su mano en la pistola para amedrentarlos". "Como nada había que encontrar",
registrar ni detener, agrega la denuncia, los agentes detuvieron al joven hasta
las 12:00 horas del día siguiente -20 de junio-, cuando se personó el letrado,
que tampoco fue informado, precisa, del motivo de su detención.

Según explicó el abogado a los periodistas, los agentes
denunciaron al joven por un delito contra la salud pública por portar un gramo
de hachís, "cuando eso es una infracción administrativa", precisó el letrado,
que consideró no obstante que ese procedimiento acabará por archivarse.

"Persecución y acoso"

Tras la declaración judicial prestada por el joven con motivo
de su detención, el teniente y otro agente iniciaron "una especie de
persecución" y "acoso" contra el denunciante "como aviso de lo ocurrido", que
culminó el 22 de septiembre de 2004 cuando, trabajando C.S.L. en la terraza de
un bar, el teniente lo sometió "a un cacheo delante de los clientes y de su
jefe, que inmediatamente lo cesó" en su empleo.

Con ésta son tres las denuncias conocidas contra el teniente
del puesto de Roquetas después de que el ministro del Interior, José Antonio
Alonso, informara el jueves de la existencia de otras dos, archivadas, de julio
de 2004 y febrero de 2005 -esta última fue dada a conocer públicamente por los
denunciantes-.

El abogado Francisco Ferre dijo que tiene conocimiento de al
menos cinco casos relacionados con presuntos abusos del teniente y otros agentes
del cuartel de Roquetas, entre los que citó el de un rumano que, de visita a
unos familiares, fue "confundido con un terrorista" en el hotel donde se
alojaba, incidente que acabó, según relató, con la presentación de una denuncia
de los guardias civiles contra el extranjero por un delito de atentado a la
autoridad.

Según dijo, a mediados del pasado mayo se celebró juicio en
los juzgados de Roquetas por la denuncia interpuesta por los agentes contra el
rumano, que según el letrado no llegó a denunciar los hechos ocurridos en el
hotel de Roquetas, "y acabó como siempre, la palabra de ellos -los guardias
civiles- es palabra de santo". El letrado sostuvo que en los casos que dice
conocer "siempre intervienen los mismos" agentes del puesto de Roquetas.

HERALDO.ES
EUROPA PRESS. Roquetas de Mar

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