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Fugarse antes que ser repatriado

El pasado día 15 de mayo se abrió una parte del Castell de Can Taió,
en Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Occidental), como centro de primera acogida
para menores marroquíes no acompañados. Ocupan sólo una parte del amplio
edificio, ya que en otras alas se atiende a mujeres maltratadas y se utiliza
también como centro de régimen abierto y como centro de acogida para
inmigrantes. Pero cuando aún no se había cumplido un mes desde su puesta en
marcha por el Departament de Benestar i Família, se produjo un incidente que se
saldó con muebles destrozados, varios heridos leves y un menor fugado.

El centro de acogida de Can Taió lo gestiona la cooperativa
Gedi-Consop y, de hecho, funciona como sustituto de otro que existía en Tiana,
gestionado por la Cruz Roja, y cerrado poco antes. El pasado 12 de junio se
notificó al centro que uno de los 17 menores magrebíes que eran atendidos allí
iba a ser repatriado. La alarma se extendió rápidamente y como sucede siempre en
esos casos se creó un fuerte nerviosismo entre los jóvenes. Generalmente los
Mossos d´Esquadra acuden de noche a los centros para evitar precisamente una
protesta solidaria. Pero esta vez se presentó al centro, poco antes y por otros
motivos, una patrulla de la policía local y los menores creyeron que iban a
buscar a su compañero. Se produjo entonces un auténtico amotinamiento con el
único objetivo de facilitar la huida del menor afectado. Los jóvenes lanzaron
muebles y objetos de la cocina por las ventanas y la dirección del centro pidió
un refuerzo policial. Esa demanda provocó la presencia de más policías locales,
a los que se sumó una patrulla de La Llagosta y miembros de los Mossos
d´Esquadra y de la Guardia Civil. El despliegue policial puso fin poco después
de la una de la madrugada a una una pequeña batalla campal.

El resultado final fue la detención de cinco de los menores. Dos
policías locales, un vigilante y un monitor del centro necesitaron atención
sanitaria y el menor al que unas horas después iban a buscar los Mossos para
enviarlo de retorno a Marruecos se había fugado.

Fuentes conocedoras del caso aseguran que el menor se habría
trasladado a otra comunidad autónoma donde podría haber sido acogido en otro
centro. Un educador que ha tratado distintos menores explica que cada comunidad
autónoma mantiene criterios distintos y a menudo muy subjetivos, por lo que no
puede descartarse que en otro centro evite su repatriación. "Y si tiene suerte
podrá permanecer allí hasta que cumpla los 16 años y luego salir a buscar un
trabajo, el objetivo que le trajo a España".

Este tumulto ha provocado una nueva queja de la alcaldesa de Santa
Perpètua de Mogoda, Isabel Garcia Ripoll. El Ayuntamiento reclama a la
Generalitat que elabore un plan especial de usos de las actividades del Castell
que evite la inseguridad ciudadana que a su juicio acompaña este centro desde
hace nueve años. Según el consistorio, a lo largo del año se ha tenido que
desplazar hasta 16 veces una patrulla de la policía local a petición de la
dirección del centro. Hace unas semanas una denuncia de una usuaria por un
supuesto intento de agresión acabó también con una detención.

El Ayuntamiento considera que Can Taió no se halla en las
condiciones adecuadas y además asegura que algunos de los internos han sido
expulsados eventualmente, dejándolos abandonados. Estos problemas han sido
trasladados tanto a los departamentos de Benestar y Justícia, como al Síndic de
Greuges, que ya ha abierto un informe.

Este edificio, construido en el siglo XVII aunque reformado
posteriormente, pertenece desde 1950 a la administración pública. Primero fue
comprado por la Junta Provincial de Menors y convertido en orfanato. Actualmente
es propiedad de la Generalitat y depende del Departament de Benestar.

También en Barcelona se han producido en los últimos días quejas
vecinales contra otro centro de acogida. En el barrio del Poblenou se han
iniciado movilizaciones, incluidas unas caceroladas, contra el centro Alcor, ya
que a su juicio se ha notado en los últimos tiempos un número de pequeños
delitos en la zona del pasaje Masoliver con robos de bolsos, rotura de cristales
de coches y problemas de tráfico de drogas. Los vecinos han comenzado a recoger
firmas y exigen que se desalojen y se tapien las casas abandonadas del pasaje
Masoliver, entre las calles Llull y Pujades.

El presidente de la Asociación de Vecinos del Poblenou, Manel
Andreu, se muestra prudente y aboga por crear una comisión de seguimiento. El
centro acoge de noche a menores no acompañados y desde siempre ha ejercido una
cierta función de acordeón, ya que es aquí donde se hace un primer informe sobre
la situación de esos jóvenes.

LA VANGUARDIA DIGITAL
JOSEP PLAYÀ MASET - 04/07/2005
Barcelona

1 comentario

BEATRIZ -

Los habitantes de esta poblacion estamos cansados de la gente de can taio explico:
-2 violaciones
-robos(casas,coches,a los transehuntes,etc)
-3 intentos de violacion con la consecuente paliza a los novios de las jovenes.
-se drogan en la calle delante de todo el mundo mediante unos trapos q impregnan con disolvente.
en fin una tortura pero claro...a la señora alcadesa le debe importar poco ya que ella no vive en este municipio y la policia local de este pueblo no quiere hacer nada al respecto solo personarse en las instalaciones ya que estan amenazados.
¿y yo me pregunto que hace gente governando este ayuntamiento? esta poblacion es la ciudad sin ley sino...mirarlo en el indice de delicuencia mas alto...lo tenemos nosotros bueno...pues ya tenemos algo...porque en este pueblo no hay servicios ni infraestructuras solo pisos que es lo que da dinero al ayuntamiento.
Atentamente un persona que esta cansada de este pueblo y las actuaciones de sus governantes y policia local.