Blogia
noticias

3 inmigrantes marroquies fueron abandonados muertos en mayo de 2004

La sección algecireña de la Audiencia Provincial dejó ayer visto para sentencia el juicio que se sigue contra el marroquí Abdelaziz ben Aissa por su presunta implicación en la muerte de tres inmigrantes cuyos cuerpos aparecieron abandonados en mayo del pasado año en las proximidades de Torreguadiaro. El fiscal solicita para el acusado una pena total de 14 años y 11 meses por la comisión de tres delitos de homicidio por imprudencia grave, un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, otro de omisión del deber de socorro y un sexto delito de lesiones por
imprudencia grave. Los hechos que se juzgan se remontan al 25 de mayo de 2004,
fecha en la que los clientes del bar 'Merci', en Torreguadiaro, alertan a la
Guardia Civil del descubrimiento de los cadáveres de tres personas y de una
cuarta malherida en una cuneta a la altura del kilómetro 134 de la A-7.
Transcurridos varios días desde que se produjera
el hallazgo, Ben Aissa, acompañado de sus padres, se presentó en el cuartel de
la Guardia Civil para denunciar que los fallecidos formaban parte de una
expedición clandestina que pretendía introducir en España a bordo de un vehículo
a media docena de inmigrantes sin documentación. El acusado reconoció entonces
ser uno de los ocupantes del automóvil. Uno de los fallecidos era su hermano.

Ben Aissa y su hermano, naturales de Jorf, una
pequeña localidad de la Rachidia marroquí, se incorporaron en Mequinez a una
expedición cuyo objetivo era el de transportar clandestinamente hasta España a
media docena de inmigrantes. El acusado, residente legal en Francia, sostiene
que su presencia en el vehículo tenía por único objetivo el de acompañar y
proteger a su hermano, que había pagado a las mafias para que le facilitaran la
entrada en Europa sin documentación. Precisamente, la defensa argumenta que Ben
Aissa no organizó ni promovió la expedición y que viajaba en el vehículo tan
sólo con la intención de velar por la seguridad de su hermano. La fiscalía, por
su parte, considera que el acusado sí era partícipe y cómplice en la operación.

Uno de los protagonistas de la vista celebrada
ayer en la sección algecireña de la Audiencia no se encontraba presente en la
sala. Mohamed Jilali, identificado por la Guardia Civil como la persona que
conducía el automóvil que transportaba a los inmigrantes, se encuentra huido y
sobre él pesa una orden de busca y captura internacional. Jilali es conocido en
la zona de la Rachidia por ofrecer sus servicios a los inmigrantes para
introducirlos clandestinamente en España a cambio de grandes cantidades de
dinero. "Jilali es conocido en Rachidia por sus actividades; cada quince días
organiza un viaje", declaró durante la vista Ahmed Amraoui, hermano de uno de
los fallecidos.

En su declaración, Ben Aissa explicó que, una vez
que, ya de madrugada, el automóvil dejó atrás la aduana del puerto de Algeciras,
Jilali detuvo el vehículo en el lugar donde finalmente fueron hallados los
cadáveres. El acusado aseguró que, tras advertir el mal estado en el que se
hallaban los inmigrantes, escondidos en un doble fondo practicado en el
vehículo, fue amenazado con una pistola por Jilali, por lo que huyó en taxi para
posteriormente tomar un tren que le condujo hasta Madrid y de allí, a Barcelona.
Días más tarde, volvería a Torreguadiaro para personarse ante la Guardia Civil.
La fiscalía, sin embargo, considera que el acusado ayudó a Jilali a descargar
los cadáveres y participó en las manipulaciones para ocultar los cuerpos.

Ahmed Allioui, uno de los seis inmigrantes que
viajaban en el vehículo, permaneció ingresado varios días en el hospital de La
Línea con síntomas de hipotermia, insuficiencia respiratoria y una lesión en el
costado izquierdo. Allioui explicó ayer en el juicio con detalle la penosa
expedición que concluiría con la muerte de tres de sus compañeros. Según declaró
el marroquí, Jilali organizó en Tánger la colocación de los inmigrantes en el
doble fondo del vehículo. El superviviente de la tragedia explicó que, una vez
embarcados, el hermano del acusado y otro de los inmigrantes comenzaron a gritar
pidiendo ayuda, a lo que una voz respondió: "Os vamos a sacar". Allioui perdería
poco después el conocimiento. "No recuperé la consciencia hasta llegar al
hospital", aseguró.

Europa Sur
REDACCIÓN
algeciras.

0 comentarios