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Los Mossos creen que pudo haber más de un agresor armado

Los Mossos no descartan que pueda haber más de un agresor que
utilizó armas blancas en la pelea campal en la que fue asesinado Josep Maria
Isanta, tras haberse hallado dos navajas. Una de estas armas, modelo mariposa,
tenía restos de sangre y fue encontrada debajo de un coche cerca del escenario
del crimen, mientras que el segundo cuchillo lo llevaba encima uno de los
arrestados. El examen de las heridas que presentaban tanto el fallecido como las
otras tres personas con lesiones de arma blanca podría ayudar a identificar el
tipo de navaja utilizada en las diferentes agresiones, tal y como indicaron ayer
fuentes cercanas al caso.

Los once detenidos que son mayores de edad continuaban ayer en las
dependencias de la comisaría de Berga y está previsto que empiecen a pasar ya a
disposición judicial. Los siete que son menores (un octavo que tenía tan sólo 13
años ya fue entregado en custodia a sus padres) fueron puestos, por su parte, a
disposición de la fiscalía de Menores la madrugada de ayer al no permitir la ley
tenerlos detenidos en dependencias policiales más de 24 horas. Uno de estos
menores, una chica, quedó en libertad al no haber pruebas contra ella.

La difícil misión de los investigadores es determinar ahora el grado
de participación que tuvieron cada uno de estos sospechosos en la batalla campal
que acabó con un muerto, tres heridos de arma blanca y varios contusionados.
Grupos independentistas, que eran los que habían organizado el concierto donde
ocurrieron los hechos, señalan a un hombre de 33 años -el de más edad de los
arrestados- y que se llama Santiago como principal instigador de la pelea. Esta
versión parece coincidir con la que tendrían los Mossos, que tras haber
interrogado a decenas de testigos de esta pelea, al parecer han identificado a
esta persona como uno de los líderes del grupo, aunque parecer ser que ningún
testigo lo vio con una navaja en la mano. El presuntor autor material podría ser
identificado en breve.

De las provocaciones se pasó a la pelea cuando el grupo se encaró,
según indicaron ayer fuentes cercanas al caso, con el hermano menor de Josep
Maria Isanta. Este último salió al parecer en su defensa y con la intención de
poner paz, pero abandonó el lugar al ser amenazado y comprobar que la situación
estaba ya fuera de control. Amigos de Isanta aseguran que varias personas le
siguieron hasta darle muerte.

A la lógica indignación por una muerte tan absurda y fruto de lo que
parece ser una violencia gratuita se añade, en este caso, una circunstancia que
ha enervado mucho más el ánimo de los vecinos de lo que sería normal tras un
crimen de estas características. El hecho de que los sospechosos de este
asesinato tengan, en su mayoría, antecedentes, y sean ya conocidos en la
población por otros hechos violentos, ha crispado los ánimos hasta tal punto que
ayer se recogían ya firmas para exigir la expulsión de estas personas una vez se
aclaren los hechos. La madre de algunos de los detenidos afirmó, por su parte,
que sus hijos no han hecho nada y que deberán probar que son asesinos.

LA VANGUARDIA DIGITAL
JAVIER RICOU - 30/05/2005
BERGA

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