Blogia
noticias

Un nuevo incendio en París eleva a 24 los inmigrantes muertos en apenas cuatro días

Como si se repitiera el mismo guión, la noche del lunes un nuevo incendio
en un viejo edificio del barrio del Marais, en el centro de París, en el que
malvivían inmigrantes de Costa de Marfil, se llevó la vida de siete personas,
entre ellas un niño de seis años, sólo cuatro días después de que las llamas
acabaran con la vida de 17 personas, entre las que había 14 niños y una mujer
embarazada también de origen africano, en otro distrito de la capital. En los
últimos cuatro meses han muerto 48 personas, todas inmigrantes, en incendios en
viejos edificios.

Esas muertes ponen en evidencia la extrema miseria que se esconde detrás
de algunas fachadas aparentemente burguesas de la capital francesa. La de ayer
era una tragedia anunciada, incluso prevista. El edificio de cinco pisos situado
en el número 8 de la Rue du Roi-Doré, a escasos metros de la elegante Place des
Vosges, estaba abandonado desde hace más de una década y llevaba unos seis años
ocupado por una veintena de familias de Costa de Marfil, buena parte de las
cuales, de inmigrantes irregulares. En estado ruinoso, la finca no tenía agua
corriente y la electricidad llegaba de forma ilegal, por medio de una conexión
improvisada. Las primeras investigaciones de la policía apuntan a que el origen
del fuego estuvo en el sistema eléctrico.

El Ayuntamiento parisiense había detectado hace tiempo la situación de
este edificio y el peligro que corrían sus inquilinos, e inició los
procedimientos para hacerse con el control de la finca. La gran paradoja es que
lo había conseguido recientemente y estaba previsto que las obras de
rehabilitación comenzaran la semana próxima. Demasiado tarde. La noche del
lunes, en menos de 10 minutos, el edificio ardió como una tea.

El fuego se inició en torno a las 22.30 del lunes en el rellano del primer
piso y subió por el hueco de la escalera, toda ella de madera, que actuó como
una chimenea. Al igual que hace cuatro días, para muchos, la única manera de
escapar del fuego era saltar al vacío por la ventana. Lo hicieron dos hombres,
que resultaron heridos. Una mujer lanzó a su hijo de seis años, que murió poco
después de llegar al hospital. Todos los ocupantes del quinto piso murieron.
Además, 13 personas resultaron heridas de diversa consideración, dos de las
cuales se encontraban ayer en estado grave.

Los bomberos acudieron con gran rapidez, pero no consiguieron extinguir el
fuego hasta cerca de las dos de la madrugada. Entre los heridos leves figuran
cinco de los 130 bomberos que trabajaron en la extinción del fuego.

El alcalde de París, el socialista Bertrand Delanoë, acudió inmediatamente
al lugar de la tragedia. "Hay un gravísimo problema de edificios insalubres en
París", reconoció. Según Delanoë, al inicio de su mandato se registraron cerca
de mil inmuebles en París en condiciones similares a las del edificio incendiado
ayer, o a las del bulevar Vincent Auriol, en el que el pasado viernes murieron
17 personas, y al que se quemó a finales de abril en las cercanías de la Ópera,
con un saldo de 24 muertos.

Pierre Aidenbaum, alcalde del tercer distrito de la capital, al que
pertenecía el edificio siniestrado, culpó al Gobierno conservador de la
situación. "Hace dos años que informé a la Prefectura
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

"Las ratas se paseaban por los pasillos"

"Era el infierno", explica una joven de Costa de Marfil que había vivido
hace dos años en el edificio del Marais incendiado. "Los techos se caían, los
hilos eléctricos colgaban por todas partes; las ratas se paseaban por los
pasillos y la comida siempre estaba llena de cucarachas". En el edificio no
había agua corriente, por lo que era necesario ir a buscarla a la calle, tanto
para asearse como para cocinar. "Los blancos ricos del barrio nos miran mal",
añade.

El año pasado una cadena de televisión realizó un reportaje en este
inmueble para mostrar las condiciones inhumanas en las que vivían sus ocupantes.
Uno de ellos pedía al camarógrafo que no mostrara su cara: "Si mi patrón ve por
televisión en qué condiciones vivo, me despedirá".

La Sociedad Inmobiliaria de Economía Mixta de la Ciudad de París (SIEMP),
el organismo municipal que se encarga de la rehabilitación del edificio,
consiguió comprar el edificio hace seis meses, pero los trabajos de
rehabilitación no empezaron porque había que realojar a la gente, lo que, a su
vez, no era posible porque se trataba, en buena parte, de inmigrantes en
situación irregular, y la ley no lo autoriza.

El proceso es largo. Primero las autoridades tienen que localizar al
propietario, que a veces es desconocido. El siguiente paso es obligarle a
realizar mínimos arreglos. Si no lo hace, el Ayuntamiento tiene derecho a
comprarlo.

Según el presidente de la SIEMP, René Dutrey, el edificio de la rue du
Roi-Doré forma parte de los "423 edificios más insalubres" de París. "No es una
cuestión de dinero sino de oferta de alojamientos", explicó Dutrey. "Si no damos
ofertas de alojamientos, estaremos obligados a recoger a gente que muere quemada
en los inmuebles", añadió.

J. M. MARTÍ FONT - París
EL PAÍS

0 comentarios