La extrema derecha se apodera del partido del presidente mexicano Fox
El Partido Acción Nacional (PAN) del presidente Vicente Fox ha dado
un giro a la ultraderecha, lo que ha suscitado severos cuestionamientos de
destacados dirigentes y la renuncia de la diputada Tatiana Clouthier, hija de
uno de los ideólogos del PAN, Manuel J. Clouthier. El PAN, que pasó a la
historia en el 2000 al poner fin a 71 años de gobiernos autoritarios del PRI,
sufre un cisma por la elección de su nuevo presidente. La designación de Manuel
Espino como líder sacudió los cimientos del partido y dividió opiniones por el
viraje hacia el ala más dura. Aunque ideológicamente tienen poco que ver, Espino
apoya a Santiago Creel, ministro de Gobernación, como candidato del PAN a la
presidencia.
Espino y el equipo que le acompaña son señalados como miembros de
Yunque, una sociedad secreta de ultraderecha. El nuevo presidente del PAN ha
reconocido que fue miembro de la ultraconservadora Asociación Católica de la
Juventud Mexicana.
"Espino representa lo más carca de la derecha", dijo Eric Magar,
jefe del departamento de Ciencia Política del Instituto Tecnológico Autónomo de
México (ITAM). La derechización del PAN"responde a la polarización hacia el
populismo de izquierda" del alcalde de la capital, Andrés Manuel López Obrador,
que destaca en las encuestas para suceder al presidente Fox, agregó Magar. Para
el analista Roger Bartra, lo más preocupante de la nueva dirección del PAN es
"el bajo nivel y la poco inteligencia y habilidad política del equipo de
Espino". "Los conservadores están ya en la cima del PAN, y no se van a ir;
podrían hacer concesiones mínimas, pero llegaron para quedarse", comentó el
analista Lorenzo Meyer.
Espino fue elegido presidente del PAN en unos restringidos comicios
internos calificados de poco transparentes por la corriente más centrista.
"Hubo un proceso viciado", acusó el ex presidente panista Luis H.
Álvarez, comisionado para la paz en Chiapas.
Los medios mexicanos han recibido con recelo, cuando no con abierto
rechazo, la elección de Espino. La escritora Guadalupe Loaeza destaca en el
diario Reforma que "todos coinciden en que Espino es un hombre de superderecha,
pragmático, revanchista, intolerante, machista y conf lictivo". Espino cae mal,
pero lo peor es que provoca desconfianza. "¿Cómo puede ser presidente de un
partido si parece un señor tan poco conciliador, tan rijoso y tan enojón?", se
pregunta Loaeza.
Desde su fundación en 1939, el PAN quiso caracterizarse más por sus
valores liberales que por los religiosos, por lo que dejó a otros partidos el
espacio de la ultraderecha. Todo cambió con Manuel Espino.
El rumbo perdido del que habló Tatiana Clouthier se fue dando poco a
poco a medida que ocupaban las posiciones relevantes ultraderechistas como el ex
presidente Luis F. Bravo Mena. La derecha panista pragmática que marcó el rumbo
en los últimos años creía mantener la hegemonía, hasta que perdió el control con
Espino.
La elección de Espino podría tener consecuencias en las elecciones
presidenciales del año próximo. Si mantiene el giro hacia la derecha radical, el
PAN puede sufrir un derrumbe, tal como ocurrió en los recientes comicios en el
estado de Guerrero. El colapso del PAN podría beneficiar al PRI, pues pocos
simpatizantes del partido conservador votarían a López Obrador. Los analistas
anticipan que Espino apostará por un voto duro, inclinado a las demandas de los
sectores que más se asustan con el populismo de izquierda.
Aunque Espino ha mantenido un abierto enfrentamiento con Marta
Sahagún, la intrigante esposa del presidente Vicente Fox, se llegó a un
entendimiento de conveniencia. La prensa local destaca que Doña Marta apoyó la
elección de Espino a cambio de ser designada candidata del PAN a la alcaldía de
Ciudad de México.
LA VANGUARDIA DIGITAL
JOAQUIM IBARZ - 22/03/2005
Corresponsal. MÉXICO
un giro a la ultraderecha, lo que ha suscitado severos cuestionamientos de
destacados dirigentes y la renuncia de la diputada Tatiana Clouthier, hija de
uno de los ideólogos del PAN, Manuel J. Clouthier. El PAN, que pasó a la
historia en el 2000 al poner fin a 71 años de gobiernos autoritarios del PRI,
sufre un cisma por la elección de su nuevo presidente. La designación de Manuel
Espino como líder sacudió los cimientos del partido y dividió opiniones por el
viraje hacia el ala más dura. Aunque ideológicamente tienen poco que ver, Espino
apoya a Santiago Creel, ministro de Gobernación, como candidato del PAN a la
presidencia.
Espino y el equipo que le acompaña son señalados como miembros de
Yunque, una sociedad secreta de ultraderecha. El nuevo presidente del PAN ha
reconocido que fue miembro de la ultraconservadora Asociación Católica de la
Juventud Mexicana.
"Espino representa lo más carca de la derecha", dijo Eric Magar,
jefe del departamento de Ciencia Política del Instituto Tecnológico Autónomo de
México (ITAM). La derechización del PAN"responde a la polarización hacia el
populismo de izquierda" del alcalde de la capital, Andrés Manuel López Obrador,
que destaca en las encuestas para suceder al presidente Fox, agregó Magar. Para
el analista Roger Bartra, lo más preocupante de la nueva dirección del PAN es
"el bajo nivel y la poco inteligencia y habilidad política del equipo de
Espino". "Los conservadores están ya en la cima del PAN, y no se van a ir;
podrían hacer concesiones mínimas, pero llegaron para quedarse", comentó el
analista Lorenzo Meyer.
Espino fue elegido presidente del PAN en unos restringidos comicios
internos calificados de poco transparentes por la corriente más centrista.
"Hubo un proceso viciado", acusó el ex presidente panista Luis H.
Álvarez, comisionado para la paz en Chiapas.
Los medios mexicanos han recibido con recelo, cuando no con abierto
rechazo, la elección de Espino. La escritora Guadalupe Loaeza destaca en el
diario Reforma que "todos coinciden en que Espino es un hombre de superderecha,
pragmático, revanchista, intolerante, machista y conf lictivo". Espino cae mal,
pero lo peor es que provoca desconfianza. "¿Cómo puede ser presidente de un
partido si parece un señor tan poco conciliador, tan rijoso y tan enojón?", se
pregunta Loaeza.
Desde su fundación en 1939, el PAN quiso caracterizarse más por sus
valores liberales que por los religiosos, por lo que dejó a otros partidos el
espacio de la ultraderecha. Todo cambió con Manuel Espino.
El rumbo perdido del que habló Tatiana Clouthier se fue dando poco a
poco a medida que ocupaban las posiciones relevantes ultraderechistas como el ex
presidente Luis F. Bravo Mena. La derecha panista pragmática que marcó el rumbo
en los últimos años creía mantener la hegemonía, hasta que perdió el control con
Espino.
La elección de Espino podría tener consecuencias en las elecciones
presidenciales del año próximo. Si mantiene el giro hacia la derecha radical, el
PAN puede sufrir un derrumbe, tal como ocurrió en los recientes comicios en el
estado de Guerrero. El colapso del PAN podría beneficiar al PRI, pues pocos
simpatizantes del partido conservador votarían a López Obrador. Los analistas
anticipan que Espino apostará por un voto duro, inclinado a las demandas de los
sectores que más se asustan con el populismo de izquierda.
Aunque Espino ha mantenido un abierto enfrentamiento con Marta
Sahagún, la intrigante esposa del presidente Vicente Fox, se llegó a un
entendimiento de conveniencia. La prensa local destaca que Doña Marta apoyó la
elección de Espino a cambio de ser designada candidata del PAN a la alcaldía de
Ciudad de México.
LA VANGUARDIA DIGITAL
JOAQUIM IBARZ - 22/03/2005
Corresponsal. MÉXICO
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