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Llegan cada mes a Barcelona 40 menores magrebís

El goteo es incesante. Un promedio de 40 menores inmigrantes
marroquís, solos e indocumentados, llegan cada mes a Barcelona. La Direcció
General d'Atenció a la Infància (DGAI), departamento que se ocupa de este
fenómeno, ha identificado a 331 chicos entre enero y agosto de este año. A los
que llegan nuevos, además, hay que sumar los que ya se encuentran en el circuito
de protección de la Administración catalana.
Los expertos que conocen de cerca el colectivo dicen que la
inmigración de menores funciona a rachas. Así lo demuestra el hecho de que en
febrero sólo llegasen 21 y en julio 58. "Lo que sí es seguro es que esta
inmigración no se para", opinó la responsable de la DGAI, Imma Pérez. Las cifras
avalan su percepción. "En el 2004, el promedio mensual de menores que llegaban
era de 30, y ahora --señaló-- estamos en 40".
A pesar de ello, "ahora no hay niños en la calle", afirmó.
"Puede haber algún caso puntual, como el que se dio recientemente en el
Poblenou, pero eso es la excepción", explicó Pérez. Un equipo de cuatro
educadores de calle --que trabajan específicamente con este colectivo-- y un
operativo compuesto por centros de primera acogida y de inserción laboral han
logrado que esos menores tengan un techo.

TRABAJAR Y GANAR DINERO
En los centros de primera acogida se diagnostica cada caso (si
efectivamente son menores, si tienen o no familia que pueda atenderles en
Marruecos) y en los centros integrales se les da la formación necesaria para que
puedan encarar el futuro y se analiza su situación legal.
"Son menores, pero vienen aquí con el objetivo de trabajar y
ganar dinero, y eso no podemos ignorarlo", explicó Imma Pérez.
Casi todos eligen Barcelona como destino. No les atraen otros
lugares de Catalunya. "Barcelona y el Barça son su obsesión", relató la
responsable de la DGAI. A pesar de ello, esta misma semana, la consellera de
Benestar i Família, Anna Simó, inaugurará un nuevo centro (30 plazas) de acogida
a menores magrebís en La Selva. "La instalación es adecuada y la utilizaremos,
porque los centros están saturados y no queremos que los niños duerman en la
calle". "Cuando haya una alternativa en Barcelona traeremos el centro aquí",
aseguró la directora general.

MÁS RECURSOS
La DGAI tiene entre sus planes crear más recursos para esos
menores y ensayar un nuevo modelo de protección que permita sacarles de los
centros a los 16 años, para ir a vivir en pisos compartidos, en lugar de a los
18 como ahora. "Necesitaremos unos 40 pisos asistidos desde ahora hasta el
2007", explica la portavoz.
Pero el verdadero objetivo de la DGAI, según su directora
general, es lograr que esos muchachos no salgan de Marruecos. "Es muy difícil
--puntualizó--, pero trabajamos con empresas españolas instaladas en Tánger,
para que pueda dárseles trabajo allí, después de pasar un curso de formación
profesional que, en colaboración con ONG marroquís, también se imparten allí".
Quizá en Tánger se logre reducir el goteo de niños
inmigrantes, pero Marruecos es muy grande y vendrán de otras zonas. "La
prioridad de la DGAI es favorecer el retorno de estos menores con las familias
de su país de origen, pero eso no siempre es posible". "Y en todo caso
--concluyó Pérez-- estamos obligados a protegerles mientras se encuentran aquí".

El Periódico
MERCÈ CONESA
BARCELONA

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