La delegada del Gobierno de la Junta en Granada pidió ayer que no se demonice a los menores inmigrantes de los centros de acogida

La delegada del Gobierno de la Junta en Granada, Teresa Jiménez, pidió ayer que no se "demonice" a los menores inmigrantes de los centros de acogida. A su vez, manifestó la disposición de la Junta a revisar y evaluar el trabajo realizado con los menores acogidos, para buscar "soluciones especiales" pero consideró que "difícilmente" pueda achacarse a ellos el índice de delincuencia.
Jiménez se refería así a la iniciativa de unos
comerciantes de Granada que han entregado unas 60 firmas a la Junta, la
Subdelegación del Gobierno y el Ayuntamiento con la petición de que adopten
medidas contra la oleada de robos, por parte de menores de origen magrebí, que
dicen sufrir en sus negocios.

La delegada dijo que, "guste o no", hay que
"convivir" con los centros de menores de acogida que "no son cárceles". Señaló
que la Junta revisará el trabajo que se hace desde estos organismos para que la
situación no se convierta en un "problema social".

Por otro lado, el Gobierno de Melilla alertó ayer
de la "masificación total y absoluta" de los centros de acogida ante las
entradas "masivas" que se están produciendo de menores extranjeros no
acompañados. Así lo afirmó ayer la consejera de Bienestar Social de Melilla,
María Antonia Garbín, quien destacó la "preocupación" de la comunidad e informó
de que han comunicado la situación a la Delegación del Gobierno y lo harán al
Gobierno central, ya que las cifras de menores "sobrepasan los límites de
acogida que tiene Melilla para menores extranjeros".

Indicó que hay 292 acogidos, de los que alrededor
de 220 son menores extranjeros no acompañados, cuando para una ciudad de los
habitantes y la superficie geográfica de Melilla "lo normal serían 60", dijo
Garbín, quien subrayó que en estos momentos "no hay una plaza libre" en los
centros.

Europa Sur
EP
madrid.