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La Gendarmería marroquí detiene en una redada a 89 subsaharianos

Al menos 89 inmigrantes subsaharianos que se ocultaban en las
inmediaciones de la frontera con Melilla, donde esperaban para intentar cruzar
la valla hacia suelo español, fueron detenidos ayer por la Gendarmería Real
marroquí. La operación se produjo tres días después de la avalancha, tras la
cual se halló el cuerpo de un joven camerunés en un tramo cercano del perímetro
fronterizo. La redada se dejó notar en la carretera que une Farhana con
Mariuari, donde en la tarde de ayer apenas se veían inmigrantes, cuando lo
normal es que decenas de ellos busquen comida por la zona.

La batida se llevó a cabo durante la mañana de ayer, cuando efectivos de
la Gendarmería y de la Mezhanía (fuerzas auxiliares) se dirigieron en varios
vehículos a las inmediaciones de la frontera con Melilla, según la Guardia
Civil. "Había un helicóptero y muchos coches", relató en conversación telefónica
el camerunés Alfonse. Calcula que al menos 25 de sus compatriotas han sido
detenidos en la zona boscosa de Mariguari, junto con otros de Malí, Costa de
Marfil o Senegal.

Lo normal es que, tras pasar por los juzgados de Nador, sean trasladados a
Oujda, en la frontera argelina, a 159 kilómetros de Melilla. Muchos de ellos
vuelven casi inmediatamente para seguir esperando su oportunidad de entrar en
España. Alfonse, de 29 años, lo vivió en 2003. En el trayecto, asegura que le
golpearon duramente y le rompieron las manos. Tardó tres meses en regresar,
ocultándose durante el camino.

"Como animales"

Ayer no se dejó coger. "No quiero que me vuelvan a llevar. La policía
marroquí nos trata como animales, no sé si porque somos negros", afirmó. También
escaparon Franklin, de 24 años, y Viktor, de 26, ambos cameruneses. En la tarde
de ayer, eran los únicos subsaharianos que caminaban por la cuneta de la
carretera entre Farhana y Mariguari. Pese a reconocer que tenían miedo, salieron
en busca de comida.

Los tres participaron en la avalancha del pasado domingo. Alfonse dice que
saltó la primera de las dos vallas, pero volvió atrás al ver los golpes que los
guardias civiles propinaban a los que pisaban Melilla. Por su parte, Franklin y
Viktor, que no llegaron a saltar, aseguran haber visto dos muertos, y no uno,
como reconoce la versión oficial. Uno de ellos habría cruzado ya malherido una
de las puertas del perímetro fronterizo a Marruecos, obligado por los agentes,
para morir junto a la valla. El otro habría muerto en suelo español, y le
habrían trasladado al lado marroquí. La confusión en torno al número de
fallecidos continúa, ya que varios inmigrantes y miembros de ONG insisten en que
en la morgue del hospital de Nador hay dos cadáveres.

ELPAIS.es
CECILIA JAN - Melilla

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