Blogia
noticias

Un grupo de menores apalea a tres subsaharianos en un autobús de Malaga

El combate se desató al regresar de la feria, y el autobús de la
línea 17 se convirtió en su improvisado cuadrilátero. Un grupo de jóvenes -la
mayoría de etnia gitana, y entre los que había menores de edad- apaleó a tres
subsaharianos dentro del bus. Uno de ellos incluso amenazó a punta de cuchillo
al conductor para que no hiciese más paradas hasta La Palmilla.

Los hechos ocurrieron sobre las seis de la madrugada del martes al
miércoles. Al parecer, el vehículo recogió a unos y a otros en el Real de
Cortijo de Torres y emprendió su recorrido habitual hasta La Virreina. Iba
lleno. En total, unos 60 viajeros, la inmensa mayoría gitanos y al menos tres de
origen subsahariano.

Ambiente caldeado

Por causas que se desconocen, los dos bandos empezaron a cruzar
insultos. El ambiente se caldeó y, a la altura de la calle Luis Buñuel, llegaron
a las manos. Según fuentes consultadas por este periódico, un nutrido grupo de
gitanos propinó una paliza a los tres sujetos.

Al ver que la situación se le iba de las manos, el conductor efectuó
una parada a la altura del centro comercial Rosaleda, donde abrió las puertas
para ver si los implicados se bajaban y así acababa la pelea.

Pero a los protagonistas de la reyerta no les pareció buena idea. Al
parecer, un joven de etnia gitana se dirigió hacia el chófer y le colocó un
objeto punzante (un cuchillo o un estilete) en el costado. Le ordenó que no
volviera a repetir la maniobra y que no hiciese ninguna parada más hasta llegar
a la última de la línea 17, en La Virreina.

Según relataron las fuentes, el individuo hizo ademán de clavarle la
daga al conductor en repetidas ocasiones, y hasta le rompió la camisa de su
uniforme.

El secuestro del autobús acabó en La Virreina, donde el pasaje
abandonó el vehículo, incluidas las dos partes implicadas en el suceso, de las
que se desconoce identidad y paradero. De hecho, los subsaharianos apaleados aún
no han presentado denuncia.

La conflictividad que sufre la línea 17, que comunica el barrio de
La Palmilla con el resto de la capital, motivó tiempo atrás la instalación de
cámaras de vídeo dentro de los autobuses para controlar a los que causan
problemas.

Sur Digital
JUAN CANO/MÁLAGA

0 comentarios