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El cuartel de Roquetas ocultó el vídeo en el que se ve la paliza al detenido

Los responsables del cuartel de Roquetas ocultaron el vídeo
donde se ve cómo el teniente José Manuel R. golpea con dos porras prohibidas al
detenido Juan Martínez Galdeano. Las imágenes, de "gran crudeza", en palabras
del jefe de la Comandancia de Almería, no fueron incluidas en el primer
visionado de las cintas, el mismo día 24. Se descubrieron 24 horas después,
según consta en la información reservada de la Guardia Civil, a la que ha tenido
acceso EL PAÍS. Ello provocó el cese inmediato del teniente, para evitar que
obstaculizara la investigación.
A última hora del 24 de julio, pocas horas después de la
muerte de Juan Martínez Galdeano, el comandante J. H. M., instructor de la
información reservada de la Guardia Civil, el alférez de la Unidad de Policía
Judicial y el teniente José Manuel R. visionaron en el cuartel de Roquetas de
Mar (Almería) las imágenes captadas esa misma tarde por las cámaras de
vigilancia exterior.

"No se observa ningún hecho relevante pues, según se les
indica, los momentos en que el detenido fue reducido quedaban en una zona oculta
a la cámara", escribió el comandante.

Todo lo que pudieron ver es cómo varios guardias corrían hacia
el lugar donde estaba el mástil, lo que "infunde a presuponer que se estaba
produciendo un altercado" en esa zona, según el informe, y "cómo se zarandea un
vehículo", de lo que podía deducirse que alguien lo empujaba.

El teniente fue explicando al comandante el significado de
esas imágenes, que, por sí mismas, resultaban incomprensibles. La escena del
mástil correspondía al momento en que el detenido se agarró al mismo, antes de
su detención, y la del coche, a los minutos previos a su muerte, cuando
intentaron introducirlo en un vehículo para llevarlo al cuartel de la Policía
Local y hacerle la prueba de alcoholemia.

El comandante preguntó expresamente al teniente por las armas
utilizadas para reducir al detenido y éste respondió que "sólo se empleó la
fuerza física, defensas de goma (reglamentarias) e incluso spray (de dotación)".

"Fuerza mínima necesaria"
En el informe remitido a la Comandancia de la Guardia Civil de
Almería, el día 25 por la mañana, el responsable del cuartel de Roquetas hizo
constar lo siguiente: "Dada la gran resistencia mostrada por esta persona [Juan
Martínez Galdeano], es necesario el empleo de la fuerza mínima necesaria para
reducirlo".

Antes de abandonar Roquetas, el domingo por la noche, el
comandante ordenó al agente "rescatar todas las imágenes del disco duro [donde
se guardaban las grabaciones de las cámaras exteriores del cuartel], pues las
mismas pueden ser de gran interés junto al atestado policial".

El lunes por la tarde, el alférez responsable de la Unidad de
Policía Judicial telefoneó al comandante para comunicarle que "mientras un
miembro del GATI [Grupo de Análisis de Tratamiento de la Información, expertos
en informática] rescataba imágenes del circuito cerrado de TV se ha observado
una imagen no vista el día anterior, en la que se observa al detenido en el
segundo altercado provocado por éste, al introducirlo en el vehículo".

En esta ocasión, el DVD no se visionó en el cuartel, sino en
la Comandancia de Almería, en presencia del teniente coronel jefe de la misma,
Antonio Barragán.

"Visionadas de nuevo las cintas", escribió éste, "se observa
cómo el detenido, esposado, al ser trasladado al vehículo oficial para ser
conducido a los arrestos municipales, está siendo reducido por cuatro guardias
en el suelo del patio, tras haber sufrido los guardias una agresión [...]
aparece de paisano el teniente, quien provisto de una defensa [extensible] en
una mano y en la otra una defensa eléctrica comienza a reducir al detenido con
golpes y descargas, al tiempo que el detenido propina patadas y movimientos
bruscos del cuerpo. Tras varios minutos de forcejeo se observa cómo es
arrastrado fuera de la visión de la cámara, permaneciendo en el patio hasta que
se presenta el personal sanitario, unos 20 minutos después".

El informe incluye una descripción detallada de la secuencia,
que se reproduce íntegramente en esta misma página. Incluso un teniente coronel
de la Guardia Civil, como el jefe de la Comandancia de Almería, alude a "la
crudeza de las imágenes" como una de las causas del cese fulminante del
teniente.

Pero lo más importante fue descubrir el uso de dos porras no
reglamentarias, una "circunstancia que no fue referida por el teniente al
comandante [instructor de la información reservada] ni al alférez [de Policía
Judicial]".

Aun advirtiendo que todavía no podía "determinar si el empleo
de la esa fuerza fue causante del fallecimiento", el teniente coronel decidió
relevar al teniente como jefe del puesto de Roquetas y adscribirlo en comisión
de servicio a la Comandancia de Almería, "a fin de que no entorpezca la
investigación de los hechos".

ELPAIS.es
MIGUEL GONZÁLEZ / JORGE A. RODRÍGUEZ - Madrid

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