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Carta pública de la Asociación Islámica BADR de Me lilla, titulada : "Todos contra el Islam"

Vivimos unos tiempos en los que se nos da un exceso de
'información' deformadora sobre el Islam. Todos somos conscientes de la
increíble avalancha de noticias que retratan ante nosotros un Islam en exclusiva
fanático, oscurantista, intransigente, medieval, y toda una larga serie de
descalificaciones que no dejan lugar a dudas: el Islam es un fenómeno peligroso
para la humanidad y una amenaza contra todos los derechos. También hemos sido
testigos a lo largo de estos últimos tiempos de la elaboración calculada de una
imagen del musulmán para la que se ha elegido un perfil especial, el del barbudo
integrista de mirada turbia y vestido a la afgana que acecha a la antigua usanza
por los recovecos de las medinas y a las puertas de las mezquitas.

Hay mucho de artificial, interesado y premeditado en toda esta
interminable campaña y el deseo de denigrar el Islam e identificarlo con la
barbarie es -más que evidente- escandaloso, pero también lo es el que tal cúmulo
de informaciones hacen mella en la mayoría de la gente -que no está para
sutilezas ni para reflexiones-, creando una opinión contraria al Islam y a los
musulmanes cada vez más extendida y cada vez más racista. La islamofobia
adquiere carta de naturaleza. En la actualidad puede afirmarse que se ha
conseguido que el Islam sea uno de los tópicos por excelencia y reside en la
zona más siniestra de la imaginería occidental. Casualmente las autoridades
locales de nuestra ciudad, más que ir en el camino de la comprensión mutua, la
"convivencia, la tolerancia, el entendimiento..." que tanto gustan repetir,
organizan seminarios en los que torpemente se sitúa en el centro de la diana al
Islam y los musulmanes. ¿Quizás para no ser menos?
El oportunismo, el sensacionalismo, la rentabilidad, el gusto
por el morbo, todo ello junto a un plan perfectamente urdido para diseñar un
enemigo son las razones de esta masiva 'información' sobre el Islam. Sabemos que
las noticias se seleccionan, se deforman, se exageran, se descontextualizan, se
falsean, todo ello para confirmar el hecho básico: el Islam es barbarie. Todo
estallido de violencia en el mundo musulmán -la mayor de las veces provocadas
por situaciones tras las que hay políticas y estrategias colonialistas- son
aprovechadas inmediatamente para comentar con naturalidad el regusto propio de
los musulmanes por la sangre. Occidente ha sembrado los rayos de muchas
tormentas aún por desatarse en el mundo, pero escurre el bulto de su
responsabilidad e inventa culpables entre sus víctimas. No podemos contrarrestar
estas campañas muchas veces orquestadas desde intereses tan oscuros como
poderosos. Tampoco bastan los desmentidos, que parecen más bien desesperados
intentos de una buena voluntad que argumentos sólidos. Sin embargo, queremos
aprovechar la ocasión para que, una vez más, pronunciarnos como musulmanes
contra la barbarie, cualquiera que sea su fundamento, provenga de donde provenga
y se cometa en nombre de lo que sea.. Tanto la barbarie de Al-Qaeda, como la de
ETA, o la perenne barbarie de Israel con su consentido terrorismo de Estado, o
la barbarie ilimitada de EE.UU. que invade, bombardea, asesina, tortura... a su
antojo a países y pueblos desde hace ya muchas décadas... Condenamos,
rechazamos, abominamos..., y lo hacemos con una firmeza absoluta, sin
concesiones.

Hemos dicho que la gran cantidad de noticias sobre el Islam
hace mella en la mayoría de la gente, y muchas veces en los mismos musulmanes,
que se ven sin recursos para interpretar esta degeneración repentina de su
Islam, y el Islam es, no lo olvidemos, la máxima seña de identidad de más de mil
doscientos millones de personas en el mundo. Lamentablemente, en muchas
ocasiones un extraño complejo estruja a los musulmanes que cuando no les hace
enmudecer, apenas tartamudean ridículamente.

El Islam y la barbarie son irreconciliables. Esto es lo que
aprendemos del Corán y de la Sunna, y del ejemplo y práctica de los musulmanes,
por mucho que quieran alterar seudo expertos ocasionales y 'estudiosos' de
urgencia. Este es nuestro punto de partida. El Islam es tolerancia, apertura,
amabilidad, convivencia, como queramos describirlo, pero nunca oscurantismo, ni
asesinato, ni ejecuciones, ni nada por el estilo. No tenemos 'reporteros' en
ninguna parte, pero no nos hacen falta para saber que el Islam no está aliado al
terrorismo ni al oscurantismo. Muy al contrario, son los musulmanes y las
musulmanas las víctimas de terrorismos de orígenes diversos, financiados por no
se sabe ya quién, y que son los terrorismos más bárbaros que haya podido
imaginar el hombre. Como musulmanes queremos testimoniar y potenciar ese Islam
auténtico, el que descubrimos en los rostros nobles de los musulmanes y de las
musulmanas, y que nada enturbia, el de gentes de paz que aman la vida, rostros
hermosos que reconocemos con facilidad en millones de personas a los que las
obsesiones y las pesadillas de muchos occidentales quieren criminalizar y
satanizar...

Melilla Hoy

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