El jurado dice que el agente y su hijo asesinaron a Ángel Berrueta y que la mujer provocó el crimen
El jurado popular del juicio del crimen de Ángel
Berrueta declaró ayer probado que el policía nacional Valeriano de la Peña y su
hijo, Miguel, asesinaron al comerciante pamplonés al dispararle y apuñalarle
«asegurándose su muerte». Estimaron además que la mujer y madre de los acusados,
Mª Pilar Rubio, provocó el crimen, y que los tres obraron por motivos
ideológicos, al considerar a la víctima «un etarra».
Los acusados, poco antes de la lectura del
veredicto: Mª Pilar Rubio, Valeriano de la Peña y Miguel de la Peña. EDUARDO
BUXENS
La viuda de Berrueta, saliendo de la Audiencia con
dos de sus cuatro hijos. EDUARDO BUXENS
Más Información
»El jurado asegura que el juicio les ha causado
«problemas de conciencia»
»PENAS QUE PIDEN LAS PARTES TRAS EL VEREDICTO
Ahora será el juez que ha presidido la vista oral
quien determine las penas de cárcel en la sentencia
Además, señalan en un comunicado que, «cuando
menos, la Ley del Jurado debe ser revisada y modificada»
La agravante de «obrar por motivos ideológicos» fue
introducida por las acusaciones particular y popular en sus conclusiones finales
del miércoles. Los nueve miembros del jurado popular también han considerado que
existía. En concreto, han estimado que los tres acusados actuaron «movidos por
un sentimiento ideológico contrario al que se suponía a Berrueta, entre otras
cosas por ser miembro de Gurasoak (asociación de familiares de detenidos por
violencia callejera) y por considerarlo un etarra».
Según los hechos probados por el jurado, a las 13.30 horas del
13 de marzo del año pasado Mª Pilar Rubio Martínez, «que el día anterior había
acudido con su familia a una manifestación convocada contra ETA» tras los
atentados del 11-M, bajó de su domicilio y se dirigió a la panadería de Ángel
Berrueta, situada junto a su portal, «para colocar en su escaparate un
cartel-pegatina con la inscripción "ETA No"». La víctima, añadieron los jurados,
salió de su establecimiento para quitar el cartel, iniciándose entre ambos una
discusión «en la que Ángel Berrueta mantenía el tono y Mª Pilar Rubio le
insultaba llamándole asesino y etarra».
La discusión finalizó después de que Berrueta quitara el
cartel, lo arrugara y lo tirara al suelo, acción que la acusada consideró «una
grave ofensa para las víctimas del terrorismo». «Sobreexcitada», subió a su
domicilio y contó lo ocurrido a su marido, Valeriano de la Peña Miguel, y a su
hijo, Miguel de la Peña Rubio.
Mientras esto ocurría, la víctima llamó al telefonillo de la
familia De la Peña-Rubio. «Lo cogió ella, Berrueta le pidió que se pusiera
Valeriano, pero ella dijo que no, insultándole».
Impulsado por esa «sobreexcitación» creada por su madre y por
«un sentimiento de defensa y protección hacia ella», Miguel bajó a la panadería
con un machete. Al verlo, su padre decidió seguirlo «con la pistola
desenfundada». Con él iba su mujer.
Según el jurado popular, para cuando el policía entró en la
tienda su hijo ya había herido de muerte a Berrueta con una puñalada en el
hígado que le había afectado al pulmón. Y Valeriano de la Peña, «que tuvo tiempo
material de comprobar que la sangre no era de su hijo sino de Berrueta», siguió
a la víctima hasta la trastienda, disparándole cuatro veces, impactando una de
las balas en la cabeza, una herida «mortal de necesidad».
Para los jurados, un hecho agrava la responsabilidad de padre
e hijo: dispararon y apuñalaron a Berrueta «asegurándose su muerte,
sorprendiéndole en la panadería y evitándose cualquier riesgo para ellos».
Además, añadieron, los tres acusados se fueron de la tienda «sin atender a la
víctima».
DiariodeNavarra.es
LAURA PUY MUGUIRO. PAMPLONA.
Berrueta declaró ayer probado que el policía nacional Valeriano de la Peña y su
hijo, Miguel, asesinaron al comerciante pamplonés al dispararle y apuñalarle
«asegurándose su muerte». Estimaron además que la mujer y madre de los acusados,
Mª Pilar Rubio, provocó el crimen, y que los tres obraron por motivos
ideológicos, al considerar a la víctima «un etarra».
Los acusados, poco antes de la lectura del
veredicto: Mª Pilar Rubio, Valeriano de la Peña y Miguel de la Peña. EDUARDO
BUXENS
La viuda de Berrueta, saliendo de la Audiencia con
dos de sus cuatro hijos. EDUARDO BUXENS
Más Información
»El jurado asegura que el juicio les ha causado
«problemas de conciencia»
»PENAS QUE PIDEN LAS PARTES TRAS EL VEREDICTO
Ahora será el juez que ha presidido la vista oral
quien determine las penas de cárcel en la sentencia
Además, señalan en un comunicado que, «cuando
menos, la Ley del Jurado debe ser revisada y modificada»
La agravante de «obrar por motivos ideológicos» fue
introducida por las acusaciones particular y popular en sus conclusiones finales
del miércoles. Los nueve miembros del jurado popular también han considerado que
existía. En concreto, han estimado que los tres acusados actuaron «movidos por
un sentimiento ideológico contrario al que se suponía a Berrueta, entre otras
cosas por ser miembro de Gurasoak (asociación de familiares de detenidos por
violencia callejera) y por considerarlo un etarra».
Según los hechos probados por el jurado, a las 13.30 horas del
13 de marzo del año pasado Mª Pilar Rubio Martínez, «que el día anterior había
acudido con su familia a una manifestación convocada contra ETA» tras los
atentados del 11-M, bajó de su domicilio y se dirigió a la panadería de Ángel
Berrueta, situada junto a su portal, «para colocar en su escaparate un
cartel-pegatina con la inscripción "ETA No"». La víctima, añadieron los jurados,
salió de su establecimiento para quitar el cartel, iniciándose entre ambos una
discusión «en la que Ángel Berrueta mantenía el tono y Mª Pilar Rubio le
insultaba llamándole asesino y etarra».
La discusión finalizó después de que Berrueta quitara el
cartel, lo arrugara y lo tirara al suelo, acción que la acusada consideró «una
grave ofensa para las víctimas del terrorismo». «Sobreexcitada», subió a su
domicilio y contó lo ocurrido a su marido, Valeriano de la Peña Miguel, y a su
hijo, Miguel de la Peña Rubio.
Mientras esto ocurría, la víctima llamó al telefonillo de la
familia De la Peña-Rubio. «Lo cogió ella, Berrueta le pidió que se pusiera
Valeriano, pero ella dijo que no, insultándole».
Impulsado por esa «sobreexcitación» creada por su madre y por
«un sentimiento de defensa y protección hacia ella», Miguel bajó a la panadería
con un machete. Al verlo, su padre decidió seguirlo «con la pistola
desenfundada». Con él iba su mujer.
Según el jurado popular, para cuando el policía entró en la
tienda su hijo ya había herido de muerte a Berrueta con una puñalada en el
hígado que le había afectado al pulmón. Y Valeriano de la Peña, «que tuvo tiempo
material de comprobar que la sangre no era de su hijo sino de Berrueta», siguió
a la víctima hasta la trastienda, disparándole cuatro veces, impactando una de
las balas en la cabeza, una herida «mortal de necesidad».
Para los jurados, un hecho agrava la responsabilidad de padre
e hijo: dispararon y apuñalaron a Berrueta «asegurándose su muerte,
sorprendiéndole en la panadería y evitándose cualquier riesgo para ellos».
Además, añadieron, los tres acusados se fueron de la tienda «sin atender a la
víctima».
DiariodeNavarra.es
LAURA PUY MUGUIRO. PAMPLONA.
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