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El Senado de EE UU pide perdón a los negros víctimas de linchamientos

Entre 1890 y 1952, siete presidentes de EE UU pidieron al Congreso que ilegalizara los linchamientos, asesinatos concebidos como ejecuciones fuera de la ley y perpetrados en especial contra negros en el sur del país. Atendiendo a esas peticiones, el Congreso debatió decenas de proyectos; tres de ellos, aprobados en la Cámara de Representantes entre 1920 y 1940, naufragaron en el Senado debido a la obstrucción de los escaños sureños. El Senado se disponía a pedir perdón ayer por este "fracaso".
Los senadores que impulsaron el gesto, la demócrata Mary
Landrieu, de Luisiana, y el republicano George Allen, de Virginia, quisieron que
la Cámara se dirigiera a los descendientes de las 4.749 personas que se calcula
fueron linchadas entre 1882 y 1968. Fueron sobre todo negros del sur, pero no
sólo: hubo linchamientos, dice la resolución, "en todos los Estados excepto en
cuatro"; en palabras de Landrieu, "una forma americana de terrorismo" en la que
el 99% de sus responsables, señala la resolución, "escaparon del castigo".

Por la ausencia de cobertura legal que permitió esta
impunidad, el Senado expresó "su profunda simpatía y su más solemne pesar" a los
descendientes de "aquellos que fueron privados de la vida, de la dignidad humana
y de las garantías constitucionales" y recordar "la historia del linchamiento,
para asegurar que estas tragedias nunca se repetirán". El senador Allen aseguró:
"Fue una afrenta a los principios básicos sobre los que se fundó esta nación,
una mancha en la historia del Senado".

Entre los asistentes a la sesión estaba James Cameron, que
tiene 91 años y que se libró de la muerte -tenía la soga al cuello- cuando un
hombre fue capaz de detener a la turba que una noche de 1930, en Indiana, quería
colgarle acusándole de haber participado en un asesinato y una violación.
Cameron declaró a USA Today que, a pesar de que la petición de perdón "llega con
cien años de retraso", se alegra de la medida adoptada.

También estaba la bisnieta de un agricultor negro colgado en
1916 en Carolina del Sur por discutir con un blanco sobre el precio del algodón,
y un primo de Emmett Till, un chico negro asesinado en Misisipí hace medio siglo
acusado de silbar a una blanca. El FBI acaba de exhumar los restos de Till para
llevar a cabo la investigación que nunca se realizó.

El origen del término linchamiento se atribuye al capitán
William Lynch, que en 1780 puso en pie un comité para mantener el orden en la
revolución contra el dominio británico. La práctica se mantuvo después como la
ley de Lynch. Antes de la guerra civil, los asesinatos fueron indiscriminados e
incluían a delincuentes, pero, desde fines del XIX, los objetivos preferidos
fueron las minorías: judíos, hispanos, asiáticos, indios y, sobre todo, negros,
el 75% de las víctimas.

ELPAIS.es
JOSÉ MANUEL CALVO - Washington

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