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Es triste que al inmigrante sólo se lo vea como un problema

En todas las culturas se cuecen habas y no todo el inmigrante es tan
malo como lo pintan. Arsenio Pancho sabe perfectamente de lo que habla. Lo
comprueba cada día personalmente desde las puertas del hotel que custodia desde
hace trece años en pleno centro de Barcelona. Es un experto en psicología
turística y le entristece comprobar que en los dos últimos años ha crecido en
Catalunya la intolerancia hacia los inmigrantes.

Arsenio, que nació en Guinea Ecuatorial, se exilió a España después
de acabar sus estudios de Agronomía y Ciencias Empresariales en Cuba. Tras este
inusual periplo aquí montó su familia y su negocio, que abandonó cuando éste
dejó de funcionar. "A través de una amiga me enteré de que iban a abrir este
hotel y presenté mi currículo", cuenta, aunque los planes de la empresa eran
encontrar a una persona de carácter alegre capaz de cuadrar en la filosofía del
hotel. Así es como Arsenio se ha convertido en la primera impresión y la última
que los clientes del Claris tienen de este establecimiento. "Quería probar una
cosa nueva. Sacarme de encima la saturación que arrastraba de mi fallido
negocio, así que acepté y me fui a ver a los porteros del Ritz para que me
explicaran un poco los secretillos de la profesión", recuerda.

Desde entonces vende una de las sonrisas más famosas entre los
empresarios hoteleros de la ciudad. Sólo se le enturbia cuando algún cliente ha
sufrido un percance en la ciudad, generalmente un robo, mayoritariamente
perpetrado por un inmigrante. "Antes me lo explicaban directamente a mí, que era
a la primera persona que veían al entrar en el hotel. Ahora van a la recepción y
buscan a alguien del país. Eso nunca me había pasado y me entristece mucho",
reconoce. Y lamenta profundamente que a todos los inmigrantes los pongan en el
mismo saco, y casi nunca para bien.

Arsenio ha aprendido de la variedad de nacionalidades que hay en su
hotel principalmente respeto. Respeto y conocimientos. "Gracias a eso ahora soy
capaz de distinguir la nacionalidad de un cliente con sólo verlo entrar por la
puerta", se jacta.

LA VANGUARDIA DIGITAL
ARSENIO PANCHO
GUINEA ECUATORIAL
PORTERO DEL HOTEL CLARIS

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