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Los inmigrantes envían a sus países más dinero del que España dedica al desarrollo

Las remesas enviadas por los inmigrantes extranjeros en España a sus
familiares, que han quedado en los países de origen, han crecido
espectacularmente en los últimos años. De los 520 millones de euros de 1997 se
ha pasado a los 3.436 millones en el 2004. Esta cifra supera con holgura los
2.600 millones de euros que España dedica a la ayuda al desarrollo, tal como
recuerdan Miguel Ángel de Prada, Carlos Pereda y Walter Actis, miembros del
Colectivo IOÉ, en un artículo incluido en el primer número de la revista
Panorama Social, de la Fundación de las Cajas de Ahorros.

Este aumento del 560% en tan sólo siete años explica que el número
de agencias especializadas en el envío de remesas haya pasado también de 10 a 55
y que cuenten ya con 6.700 locales en todo el país. Aún así, el Banco de España
considera que las remesas reales pueden doblar esa cifra y alcanzar los 6.500
millones de euros, aunque entre un 10 y un 15% se quedaría en manos de las
entidades intermediadoras.

Son muchos los tópicos y equívocos que envuelven el fenómeno de la
inmigración, especialmente en referencia a su aportación económica. Pese a la
cuantía de esas remesas, actualmente los emigrantes españoles en el extranjero
-menos ya de dos millones- siguen aportando a la economía de aquí más dinero del
que extraen los inmigrantes (4.171 millones frente a 2.895, según datos del
2003). España gana también con los inmigrantes porque en su mayoría se trata de
una población joven y sana, que aporta -vía cotizaciones sociales y consumo-más
de lo que gasta -vía prestasociales o sanitarias-. Un 66,5% de los extranjeros
empadronados en España tienen entre 20 y 49 años, por lo que no gastan en
educación y poco en sanidad.

El estudio publicado es uno de los primeros análisis globales de la
inmigración con los datos más recientes. De los casi 44 millones de habitantes
empadronados a principios de este año, había 4.355.300 inmigrados (nacidos en
otro país), de los cuales debían considerarse extranjeros (nacidos en otro país
y no nacionalizados) 3.691.547. Del total de extranjeros, un 20,8% procede de
países de la Unión Europea y un 2% de América del Norte y Japón, pero casi el
80% es originario del mundo menos desarrollado. Si hace una década, las mayores
entradas procedían de la Europa comunitaria y de Marruecos, ahora son de
Latinoamérica y Europa del Este. Los mayores incrementos porcentuales en los
últimos cuatro años corresponden a bolivianos, rumanos y búlgaros, que son
también los colectivos con más irregulares.

Existe un relativo equilibrio de géneros, aunque predominan las
mujeres entre los colectivos de Colombia, Bolivia, Perú y Santo Domingo. Hay
516.500 menores de 15 años, con porcentajes altos entre marroquíes,
ecuatorianos, chinos y dominicanos. En el otro extremo de la pirámide, entre las
270.000 personas de 60 años o más, los colectivos más numerosos son los ingleses
y alemanes.

De momento la llegada de los hijos de los inmigrantes no ha servido
para frenar la caída demográfica del alumnado español. Los datos provisionales
del curso 2004-05 estiman en medio millón el número de alumnos en niveles no
universitarios, lo que significa el 7,2% de la matrícula total.

Actualmente el 9% de los nacimientos son de parejas extranjeras y el
5%de parejas mixtas. El porcentaje de alumbramientos más alto procede de las
mujeres marroquíes, que aportan el 26% de los nacimientos, y de las
ecuatorianas, con el 20%. La fecundidad de las mujeres marroquíes y de las
chinas duplica la media de las extranjeras.

Otro estudio de Inés Alberdi, incluido en Panorama social,explica
los cambios profundos en la estructura familiar (hogares más pequeños, cambio de
valores, nuevo reparto de funciones). En 1981, trabajaban un 28% de las mujeres
de 30 a 40 años, mientras que en el 2003 son un 70% las mujeres activas.

LA VANGUARDIA DIGITAL
JOSEP PLAYÀ MASET - 10/06/2005
BARCELONA

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