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La última Patum de Josep Maria

El único Nan Nou que salió ayer a la plaza de Sant Pere de Berga en
la Patum de Lluïment no pudo dar ni un solo paso, pues le faltaba el cuerpo que
le da vida. Los compañeros de comparsa de Josep Maria Isanta, asesinado la
madrugada del sábado en plena fiesta patumaire, rindieron un emotivo homenaje al
joven al sacar a la plaza el capgròs y el vestido que habría tenido que llevar
ayer el joven.

El multitudinario acto en recuerdo de Josep Maria Isanta puso fin a
una mañana de Patum que no tiene antecedentes en la historia de esta centenaria
fiesta. Ayer apenas se bailó en la plaza de Sant Pere, pero sí que hubo mucha
emoción contenida y, en algún momento, rabia desbordada. Y es que la población
de Berga opina, en su mayoría, que esta muerte habría podido evitarse. Toda esa
indignación tuvo su manifestación más sonora cuando apareció en esa plaza donde
tenía que bailar ayer Josep Maria Isanta el president de la Generalitat, Pasqual
Maragall.

Los momentos de mayor tensión se vivieron en el corto trayecto que
separa la iglesia de Sant Pere del Ayuntamiento de Berga. Cuando el president
salió de misa, acompañado por las autoridades locales y el conseller de
Justícia, Josep Maria Vallès, un grupo de jóvenes intentó acercarse a él con una
pancarta en la que podía leerse: Mossos, ¿dónde estabais? Un corto mensaje que
resume la versión que dan de lo ocurrido los amigos de Isanta. Éstos acusan a la
policía autonómica de haber tardado media hora en acudir al lugar donde se
produjo la madrugada del sábado la batalla campal que costó la vida a este
joven, hecho que niegan los Mossos.

Una vez que Pasqual Maragall y las autoridades ocuparon el balcón
del Ayuntamiento que da a la plaza -momento en el que volvieron a escucharse los
gritos y silbidos- empezó la fiesta. Las comparsas salieron a un escenario más
abarrotado que nunca y el recuerdo de Josep Maria Isanta estuvo presente en
todas las actuaciones.

Las guites, una especie de dragones que escupen fuego, se salieron
de su tradicional programa para acercarse hasta la pared en la que estaban las
pancartas que denuncian esta absurda muerte y allí movieron, una y otra vez, la
cabeza para expresar su repulsa a lo ocurrido. El águila, que siempre que sale
saluda a las autoridades y a la banda de música, añadió en esta ocasión un
saludo al público, lo que se interpretó como un gesto de solidaridad y
consternación por este crimen que ha roto totalmente la popular fiesta de Berga.
Algunas fuentes indicaron que esta águila había obviado el saludo al palco en el
que estaban Maragall y las autoridades locales, aunque diversos patumaires
aseguraron más tarde que, al final, el ave sí que cumplió con esta tradición.

Los Nans Nous, la comparsa a la que pertenecía Josep Maria Isanta,
debían ser los últimos en actuar, después de los gigantes. Y cuando éstos
acabaron su representación, ocurrió algo jamás visto en la plaza de Sant Pere.
El capgròs y el vestido que debía llevar Josep Maria fueron trasladados hasta el
mismo centro de la plaza por sus compañeros de comparsa. El silencio fue
absoluto durante casi diez minutos y muchos de los amigos de Isanta no pudieron
evitar las lágrimas. Un prolongado aplauso puso fin al homenaje y los Nans Nous,
que ni tan siquiera se vistieron, llevaron de nuevo el capgròs y el traje de
Isanta al Ayuntamiento.

"Queremos ser un pueblo con una sola voz que rechaza la violencia",
se escuchó por los altavoces de la plaza mientras duró este homenaje. "Esta
Patum es para ti", fue otra de las frases que emocionaron al público congregado
en la fiesta matinal, donde también se invocó "la paz, la concordia y el
respeto".

Poco a poco, la plaza de Sant Pere se fue vaciando tras el emotivo
acto, aunque no todos abandonaron el lugar. Un reducido grupo de jóvenes no se
marchó de la plaza hasta que Pasqual Maragall abandonó el Ayuntamiento. El
president volvió a escuchar, entre otros gritos, frases que exigían justicia y
que criticaban la actuación de los Mossos.

Maragall tuvo un fugaz encuentro con los periodistas antes de
abandonar el consistorio. Tras advertir que no iba a contestar ninguna pregunta
quiso dejar claro en su breve intervención que "todo el mundo ha podido expresar
en esta Patum su solidaridad con la familia de Josep Maria Isanta y también su
indignación" por esta muerte. El president dijo que toda Catalunya "está hoy de
luto" e informó de que había tenido un breve encuentro con los compañeros de la
comparsa de Isanta para expresarles su dolor por esta pérdida.

LA VANGUARDIA DIGITAL
JAVIER RICOU - 30/05/2005
BERGA

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