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Médicos con acento. El 80% de las visitas privadas a domicilio en Barcelona las realizan profesionales inmigrantes

Cubren los puestos más duros y los menos remunerados del sistema
sanitario catalán.De hecho, su falta de especialidad médica no les deja otra
alternativa. En Barcelona, ya representan el 10% del colectivo profesional en
activo, que globalmente asciende a los 25.619 colegiados. Y la cifra va en
aumento. Son los médicos inmigrantes, en su mayoría sudamericanos, que buscan
una oportunidad en la capital catalana, donde todavía hay mercado. Sobre todo en
la medicina privada. Fuentes consultadas estiman que, sin ir más lejos, el 80%
de las visitas de urgencias a domicilio que se realizan a través de las mutuas y
servicios médicos las cubren actualmente estos profesionales inmigrantes.

Las cifras que baraja el Col·legi de Metges de Barcelona hablan por
sí solas. Sólo el 3% de los 2.364 médicos extranjeros que hay actualmente
ejerciendo en la ciudad tienen especialidad. La mayoría de las veces se quedan
como soldados rasos de la medicina en cuanto homologan su título. Es el
principal motivo que explica que la mayor parte de este grupo de inmigrantes
profesionales, un 97%, sea reclutado para cubrir las urgencias médicas,
suplencias y visitas a domicilio de mutuas y servicios de emergencias como el
que se ofrece a través del 061, el teléfono de urgencias dependiente del Servei
Català de la Salut. La mayoría ejerce con un contrato mercantil que supedita sus
ingresos al volumen de trabajo realizado. Tanto haces, tanto cobras. "Es una
cuestión de precios y de mercado. Hay más demanda que oferta por la calidad del
trabajo que realizar y los precios ", explica el responsable del programa de
Cooperación del Col·legi de Metges de Barcelona, Jaume Roigé.

El sector sanitario privado y concertado es el que más emplea a los
médicos inmigrantes. "Son los trabajos menos remunerados", reconoce Roigé, a la
vez que señala que "también son los más duros. Deben estar siempre localizables
y desplazarse para atender a los pacientes, con el consecuente riesgo de tener
que enfrentarse solos a casos difíciles".

Su situación en el país, muchas veces ligada a pequeños dramas
personales, hace que este tipo de médicos estén siempre disponibles. "Tengo
cuatro hijos y tres nietos y tengo que mantenerlos. ¿Cómo no voy a coger lo que
me echen y más?", reconoce María Rendón, una ecuatoriana que hace sustituciones
como médico de cabecera en el centro de atención primaria (CAP) de Esparreguera.
Su agenda ha estado hasta ahora relativamente llena de guardias, sobre todo de
fin de semana, pero teme las hojas impolutas que le esperan en los meses de
junio y julio.

Sus sueldos son siempre una incógnita. Pueden pasar de trabajar 12
horas al día y cobrar 3.000 euros en un mes complicado por las gripes como es
enero, a realizar tan sólo dos visitas en un día cualquiera de agosto. El propio
Col·legi de Metges reconoce esta precariedad que a todas luces quiere combatir
para dignificar la profesión en todos sus niveles. Pero se enfrenta a casos
difíciles. Por ejemplo, determinadas empresas no pagan a sus profesionales hasta
al cabo de tres meses, denuncian varios colegiados. Y es que se escudan en el
ciclo paciente, mutua, servicio y médico para justificar la demora.

A pesar de todo, "a todas luces nos compensa", cuenta Lina, una
médico colombiana que lleva trabajando en Barcelona desde marzo del 2002. "Allá
los médicos están peor pagados y además las cosas funcionan por enchufe. Es muy
difícil que te den la oportunidad", cuenta. Ella hizo las maletas y se vino a
Barcelona con el claro objetivo de especializarse en cirugía plástica. De
momento trabaja en una empresa que presta servicio a varias mutuas. Desde
entonces ha llamado ya a muchas puertas y en más de una ocasión le ha tocado
responder: "No soy la chacha, soy la médico". Y es que sus rasgos y su acento
han provocado algunas veces rechazo. "No se esperan encontrar a una médico
colombiana y lo más sencillo es pensar que busco trabajo en el servicio
doméstico", cuenta.

Lina pertenece al segundo colectivo de médicos extranjeros en
importancia de los que hay afincados en la ciudad. En total, hay colegiados 206
médicos colombianos, frente a los casi 500 procedentes de Argentina o los 191
peruanos. Son los latinoamericanos el colectivo de profesionales más numeroso.
Son ya 1.148 y representan el 49% del total de médicos inmigrantes. Del resto,
destacan también los procedentes de los países árabes (11,5%) y de la Unión
Europea (10,5%).

La afluencia más importante de profesionales en busca de una
oportunidad se comenzó a detectar hace cinco años. Concretamente, el 44% de los
colegiados extranjeros, mayormente los latinoamericanos, se dieron de alta en el
Col·legi de Metges de Barcelona a partir de año 2000.

LA VANGUARDIA DIGITAL
ANTÒNIA JUSTÍCIA - 13/05/2005
BARCELONA

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