Alemania se opone a que la UE pague a España el control de sus fronteras
El socio y amigo alemán desafió ayer en toda regla a España al
rechazar que la Unión Europea sufrague solidariamente el control de sus fronteras
exteriores, incluidas obviamente las costas ibéricas, así como las políticas de
integración de los inmigrantes en situación legal. El planteamiento, que varios
países mediterráneos juzgan inaceptable por vulnerar el principio comunitario de
solidaridad, lo lanzó ayer el ministro de Interior, Otto Schily, durante el
consejo que los titulares europeos del ramo celebraron en Luxemburgo.
El español José Antonio Alonso rechazó de plano el enfoque de Schily,
aunque no llegó a tiempo de replicarle dentro de la reunión y sólo en privado le
comunicó la opinión española de que las políticas citadas deben costearse entre
todos los socios; máxime cuando, en virtud de la libre circulación a través de
las fronteras internas de la UE, afectan a todo el club comunitario.
Los ministros debatían la asignación de partidas destinadas a
seguridad y justicia dentro del marco presupuestario del periodo 2007-2013. La
Comisión Europea, de acuerdo con los países beneficiarios de los fondos en
cuestión, propone que la caja de la UE dedique en esos años un total de 2.152
millones de euros a la gestión de las fronteras exteriores y 1.770 millones a la
integración de los inmigrantes con papeles.
Schily rechazó que la Unión tenga que financiar acciones de
"competencia nacional" como a su juicio son la integración y en gran parte la
vigilancia y protección de dichas fronteras. El ministro germano matizó que
Berlín aceptaría en todo caso la financiación por la UE de iniciativas netamente
comunitarias. Como la futura Agencia Europea de Control de Fronteras, para la
cual la Comisión propone 285 millones de euros y cuya sede estará en Varsoayer.
via por decisión adoptada Schily dijo que el Ejecutivo comunitario ha llegado
"demasiado lejos" con sus propuestas financieras.
Después de que los ministros de Italia, Grecia y Chipre hubieron
rechazado en directo las ideas de su colega alemán, Alonso le dijo de tú a tú
-según contó a los periodistas- que "los estados que soportan mayor peso
migratorio y emplean más recursos al control de la inmigración irregular deben
ser destinatarios netos e importantes de fondos comunitarios". El principio de
solidaridad debe operar igualmente para la integración de inmigrantes legales
porque -dijo- sólo con esas políticas Europa puede dotarse de "sociedades civiles
fuertes". Alonso afirmó que estos conceptos son "indiscutibles". Pero la
discusión existe y no ha hecho más que empezar, pues el cuadro presupuestario a
debate no se definirá antes de junio.
LA VANGUARDIA DIGITAL
FERNANDO GARCÍA - 15/04/2005
Corresponsal LUXEMBURGO
rechazar que la Unión Europea sufrague solidariamente el control de sus fronteras
exteriores, incluidas obviamente las costas ibéricas, así como las políticas de
integración de los inmigrantes en situación legal. El planteamiento, que varios
países mediterráneos juzgan inaceptable por vulnerar el principio comunitario de
solidaridad, lo lanzó ayer el ministro de Interior, Otto Schily, durante el
consejo que los titulares europeos del ramo celebraron en Luxemburgo.
El español José Antonio Alonso rechazó de plano el enfoque de Schily,
aunque no llegó a tiempo de replicarle dentro de la reunión y sólo en privado le
comunicó la opinión española de que las políticas citadas deben costearse entre
todos los socios; máxime cuando, en virtud de la libre circulación a través de
las fronteras internas de la UE, afectan a todo el club comunitario.
Los ministros debatían la asignación de partidas destinadas a
seguridad y justicia dentro del marco presupuestario del periodo 2007-2013. La
Comisión Europea, de acuerdo con los países beneficiarios de los fondos en
cuestión, propone que la caja de la UE dedique en esos años un total de 2.152
millones de euros a la gestión de las fronteras exteriores y 1.770 millones a la
integración de los inmigrantes con papeles.
Schily rechazó que la Unión tenga que financiar acciones de
"competencia nacional" como a su juicio son la integración y en gran parte la
vigilancia y protección de dichas fronteras. El ministro germano matizó que
Berlín aceptaría en todo caso la financiación por la UE de iniciativas netamente
comunitarias. Como la futura Agencia Europea de Control de Fronteras, para la
cual la Comisión propone 285 millones de euros y cuya sede estará en Varsoayer.
via por decisión adoptada Schily dijo que el Ejecutivo comunitario ha llegado
"demasiado lejos" con sus propuestas financieras.
Después de que los ministros de Italia, Grecia y Chipre hubieron
rechazado en directo las ideas de su colega alemán, Alonso le dijo de tú a tú
-según contó a los periodistas- que "los estados que soportan mayor peso
migratorio y emplean más recursos al control de la inmigración irregular deben
ser destinatarios netos e importantes de fondos comunitarios". El principio de
solidaridad debe operar igualmente para la integración de inmigrantes legales
porque -dijo- sólo con esas políticas Europa puede dotarse de "sociedades civiles
fuertes". Alonso afirmó que estos conceptos son "indiscutibles". Pero la
discusión existe y no ha hecho más que empezar, pues el cuadro presupuestario a
debate no se definirá antes de junio.
LA VANGUARDIA DIGITAL
FERNANDO GARCÍA - 15/04/2005
Corresponsal LUXEMBURGO
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