Símbolos franquistas en otras muchas ciudades españolas
La estatua ecuestre del general Franco que ayer se retiró de Madrid
no acaba con los símbolos franquistas que se exhiben en muchas ciudades
españolas, aunque sí era un emblema por la propia historia de la estatua.
Fue encargada en 1956 por Lain Entralgo, cuando era rector de la
Universidad Complutense de Madrid, con el fin de colocarla en el Arco del
Triunfo que se construyó a la entrada de la Ciudad Universitaria, pero nunca
llegó a colocarse, porque en 1959 el nuevo rector no lo consideró oportuno y la
cedió al Ministerio de Vivienda, que la colocó a su entrada en los Nuevos
Ministerios, otra obra cumbre del franquismo. Realizada en bronce, y de siete
metros, su molde sirvió para la construcción de otras dos iguales: una en
Ferrol, que se retiró en agosto del 2002, con un alcalde del BNG, y otra en
Santander, la única de las tres que aún pervive, aunque sus días están contados,
puesto que ya hay un acuerdo del Ayuntamiento para retirarla.
Lo mismo ocurre con otra que hay en Guadalajara y que ya ha sido
decidida su retirada.
Las otras estatuas están una en Zaragoza, en la entrada de la
Academia Militar, que creó el propio Franco; una en Valencia y otra en Melilla.
Además, hay hasta diez lápidas con la efigie de Franco en otros tantos pueblos
de España.
A Coruña todavía alberga una estatua de Millán Astray y nombres de
calles relacionados con el antiguo regimen que su alcalde, el socialista
Francisco Vázquez, se ha negado a retirar por considerarlo parte de la historia
de España.
Hasta quince localidades españoles mantienen todavía denominaciones
relacionadas con el general Franco o el título de caudillo empleado por el
anterior régimen para referirse al dictador.
LA VANGUARDIA DIGITAL
18/03/2005
Redacción. MADRID
no acaba con los símbolos franquistas que se exhiben en muchas ciudades
españolas, aunque sí era un emblema por la propia historia de la estatua.
Fue encargada en 1956 por Lain Entralgo, cuando era rector de la
Universidad Complutense de Madrid, con el fin de colocarla en el Arco del
Triunfo que se construyó a la entrada de la Ciudad Universitaria, pero nunca
llegó a colocarse, porque en 1959 el nuevo rector no lo consideró oportuno y la
cedió al Ministerio de Vivienda, que la colocó a su entrada en los Nuevos
Ministerios, otra obra cumbre del franquismo. Realizada en bronce, y de siete
metros, su molde sirvió para la construcción de otras dos iguales: una en
Ferrol, que se retiró en agosto del 2002, con un alcalde del BNG, y otra en
Santander, la única de las tres que aún pervive, aunque sus días están contados,
puesto que ya hay un acuerdo del Ayuntamiento para retirarla.
Lo mismo ocurre con otra que hay en Guadalajara y que ya ha sido
decidida su retirada.
Las otras estatuas están una en Zaragoza, en la entrada de la
Academia Militar, que creó el propio Franco; una en Valencia y otra en Melilla.
Además, hay hasta diez lápidas con la efigie de Franco en otros tantos pueblos
de España.
A Coruña todavía alberga una estatua de Millán Astray y nombres de
calles relacionados con el antiguo regimen que su alcalde, el socialista
Francisco Vázquez, se ha negado a retirar por considerarlo parte de la historia
de España.
Hasta quince localidades españoles mantienen todavía denominaciones
relacionadas con el general Franco o el título de caudillo empleado por el
anterior régimen para referirse al dictador.
LA VANGUARDIA DIGITAL
18/03/2005
Redacción. MADRID
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