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Detenido un capitán de un carguero en Barcelona por llevar polizones a bordo

El capitán de un gran barco portacontenedores de línea regular que
opera entre Casablanca y Barcelona fue detenido el miércoles por la policía
acusado de tráfico ilícito de seres humanos, o lo que es lo mismo, de permitir
la presencia a bordo de polizones marroquíes, de tratar de hacerlos pasar ante
las autoridades españolas por tripulantes, de dejarlos desembarcar
clandestinamente en el puerto y, supuestamente, beneficiarse de ello.

Con el capitán, W.W.B., un ciudadano polaco de 60 años, también fue
detenido un presunto cómplice. Se trata de F.B., marroquí de 40 años, mecánico
engrasador del barco.

El capitán ha quedado en libertad con cargos y su buque ha zarpado
de nuevo con permiso del juez, que no quiere causar perjuicios ni a la compañía
consignataria, ni a los clientes que le confían sus mercancías.

No se sabe cuántos inmigrantes ilegales han llegado a Barcelona como
polizones supuestamente consentidos a bordo de este enorme buque. Pero los
investigadores sí tienen claro que el barco se ha caracterizado, desde el 2001,
por transportar a viajeros clandestinos que se ocultaban en contenedores de
doble fondo descubiertos por la policía. Por su parte, el capitán siempre ha
negado conocer la existencia de tales contenedores trucados.

Pero fue el pasado verano cuando las cosas se pusieron más serias
para el capitán W., después de que agentes de la comisaría del puerto detectaran
a un grupo de inmigrantes ilegales que trataban de salir del recinto portuario y
perderse por la ciudad. Los detenidos explicaron que habían llegado en el barco
y que habían embarcado en Casablanca, relato que ya se repetía con demasiada
frecuencia para ser casualidad. Entonces, de acuerdo con la ley vigente para
estos casos, los polizones fueron devueltos al barco y el capitán se libró de
ser detenido al afirmar que no tenía ni idea de la presencia de esos viajeros en
su barco. Pero la vigilancia policial en torno al buque y al capitán se reforzó.
De este modo, cada vez que el mercante atracaba en el puerto, los agentes lo
observaban discretamente. Y así fue como esta semana detuvieron a un tripulante
cuando intentaba desembarcar de forma ilegal a dos polizones, haciéndolos pasar
por marineros con documentos que llevaban supuestos sellos oficiales del barco.

Tripulante y polizones pasaron a disposición judicial, pero las
pesquisas continuaron con el fin de esclarecer cómo se habían confeccionado los
falsos documentos que contaban con unos sellos cuya custodia es responsabilidad
del capitán; un dato que le convirtió en sospechoso número uno. Sin embargo, el
capitán no estaba ya en Barcelona, pues mientras se desarrollaban los
interrogatorios y las indagaciones el barco había zarpado bajo su mando. Los
agentes sólo tuvieron que esperar: una semana después, el barco estaba otra vez
de vuelta y el capitán fue citado en la comisaría, de la que salió en libertad
con cargos.

LA VANGUARDIA DIGITAL
E. MARTÍN DE POZUELO - 05/03/2005
BARCELONA

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